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Después de meses de intenso trabajo, la igus:bike, una bicicleta fabricada en un 92 % de plástico con un alto porcentaje de contenido reciclado, ha pasado a la producción en serie.
La empresa holandesa colaboradora MTRL está produciendo las primeras 100 unidades junto con igus. Al mismo tiempo, igus ha empezado a construir sus propias instalaciones de fabricación en su sede en Colonia para aumentar la capacidad de producción a 10.000 unidades en los próximos dos años. Esto consigue que ambas empresas den un paso más hacia su visión de sostenibilidad, enfocada en transferir los residuos plásticos hacia una economía circular y utilizarlos para la movilidad urbana del mañana.
Hace aproximadamente tres años y medio, Frank Blase, CEO de igus, puso en marcha un proyecto de sostenibilidad: reutilizar las montañas de residuos plásticos de los vertederos de todo el mundo para fabricar bicicletas urbanas que fueran duraderas y libres de mantenimiento, insensibles a la corrosión y a la suciedad, resistentes al viento y a las condiciones climáticas adversas durante muchos años y preparadas para revolucionar la movilidad no sólo en las ciudades, sino también en campings, hoteles, ferias y empresas. Un desarrollo favorable tanto para el medio ambiente como para las personas.
El visto bueno a la producción en serie debería haberse dado hace unos meses. Sin embargo, la implementación de algunas mejoras fundamentales en términos de sostenibilidad requirió mucho tiempo, por ejemplo, el aumento de la proporción de plástico. Las pocas piezas que aún eran de metal en prototipos anteriores, como la tija del sillín o la palanca de freno, también son de plástico en la versión actual. Los ingenieros también han aumentado el ángulo de giro del manillar para mejorar la conducción de la bicicleta en curvas. Otras novedades son una rueda libre en el tren de transmisión para que las ruedas giren incluso sin pedalear, rodamientos de bolas xiros más resistentes al desgaste que aumentan la suavidad del movimiento y eliminan la necesidad de lubricantes, y un caballete de dos patas para estacionar la bicicleta de forma segura.
igus y MTRL utilizan los procesos de rotomoldeo e inyección para fabricar los componentes de la bicicleta a partir de residuos plásticos reciclados, incluidas redes de pesca. Los ingenieros y expertos en materiales han conseguido aumentar la proporción de plástico reciclado al 50%.