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La operación de instalación del aerogenerador ha corrido a cargo de remolcadores locales, para trasladar la plataforma desde Punta Sollana, en el Puerto de Bilbao, hasta el área de ensayos de BiMEP (Biscay Marine Energy Platform), lugar en el que se ha ubicado.
Es una zona con una profundidad de 85 metros, situada a 2 millas de la costa, en la que el aerogenerador queda fijado gracias a un sistema de fondeo. Éste está compuesto por seis líneas híbridas de cadena y fibra conectadas a la torreta que hay en la proa de DemoSATH. Se espera que produzca anualmente la cantidad de electricidad equivalente a las necesidades energéticas de 2.000 millones de hogares.
La participación de Grupo Álava en el proyecto ha consistido en la instalación de un sistema de monitorización para la estructura flotante del aerogenerador. Cuenta con 133 sensores de tensión-deformación, y con otros tantos encargados de medir la temperatura, todos de fibra óptica FBG (Redes de Bragg). Algunos están sujetos a la armadura de los elementos estructurales, mientras que otros se han integrado directamente en el hormigón. Todos están colocados en los elementos principales más resistentes de la estructura de flotación del aerogenerador, así como en la de sujeción de su fuste.
Además de los sensores, la plataforma de monitorización instalada cuenta también con un sistema de adquisición para ellos. Con él se puede realizar una interrogación dinámica y estática a los sensores cuando se den las acciones exteriores de oleaje. De esta manera, el sistema podrá validar las hipótesis de cálculo con el comportamiento real de la estructura sujeta a la acción exterior en el mar.
Estos arrays de sensores de tecnología instalados permiten asegurar la medida de la situación tenso-deformacional de los elementos estructurales del aerogenerador. Dado que no utilizan materiales metálicos ni corrientes eléctricas, no les afecta la oxidación: son inmunes a ella. Además, se pueden conectar en serie en un cable y utilizar así un solo canal para el interrogador del sistema. Cada uno de los canales del interrogador puede tener conectados un máximo de 50 de estos sensores.
Otra de sus ventajas está en la elevada distancia que puede recorrer la señal de estos sensores sin que se dé una pérdida de la misma: puede llegar hasta a 40 kilómetros. Gracias a la potencia y precisión de este sistema de monitorización del aerogenerador desplegado por Grupo Álava, y a los avances en eólica marina flotante de DemoSATH, los participantes en el proyecto esperan marcar un antes y un después en el sector de la energía renovable.
José Fernández Díez, Vicepresidente de Grupo Álava, ha destacado la importancia que tiene el control continuo del estado de la estructura sobre la que se asienta el aerogenerador, ya que “para que DemoSATH funcione correctamente, su estructura de flotación debe estar siempre en perfecto estado. Por eso, contar con un sistema que monitorice de forma permanente sus niveles de tensión, deformación y temperatura es crucial. El desarrollado y desplegado por Grupo Álava permite mantener estos niveles siempre baja vigilancia, con el objetivo de poder tomar medidas ante cualquier desviación, por mínima que sea, de los cálculos establecidos para el funcionamiento óptimo del aerogenerador”.