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Las operaciones de saneamiento y limpieza en el sitio implican riesgos para los operarios. De acuerdo con los procedimientos de seguridad, S.G.A.-J. Meyer acudió recientemente a DuPont para reemplazar todas sus prendas de protección, optando por la nueva prenda DuPont Tyvek 800 J. Además de proporcionar protección contra los chorros de presión de químicos inorgánicos de baja concentración, esta prenda es muy apreciada por su "transpirabilidad" y versatilidad.
La higiene y el medioambiente son cuestiones sustanciales para S.G.A.-J. Meyer, una empresa especializada en saneamiento, recolección y almacenamiento de residuos de materiales y en la inspección y limpieza de equipos utilizados en la industria y por clientes privados. El éxito de esta empresa familiar, establecida cerca de Giens (Francia) en 1949, se basa en la calidad de sus operaciones, que implican necesariamente una cultura de seguridad. Las operaciones en entornos críticos y zonas peligrosas son una cuestión cotidiana en S.G.A.-J. Meyer. "Nuestros equipos trabajan en diversidad de entornos (empresas, centrales nucleares, etc.) y, entre otras cosas, recogen material de desecho de la bomba y realizan operaciones de saneamiento," explica Lucie Lambert, jefe de Calidad, Seguridad y Medio Ambiente (QSE). "Los operadores tratan residuos patógenos en el aire de refrigeración de las centrales nucleares mediante un procedimiento químico patentado por S.G.A.-J. Meyer y son responsables de reducir el umbral de detección al nivel estipulado por las normas vigentes, antes de la recuperación y almacenamiento de los residuos. Cuando llevan a cabo esta actividad, se someten a riesgos químicos importantes – de ahí, la necesidad de una protección perfecta".
Satisfacer las expectativas de los operadores en términos de confort de uso
Con el apoyo de Frédéric Fontaine, supervisor de existencias y miembro del Comité de Salud, Seguridad y Condiciones Laborales (CHSCT), Lucie Lambert se encarga de implementar el proceso de prevención de riesgos. En concreto, se trata de identificar los riesgos, así como de asegurar un diálogo permanente con los operadores, tanto en la sede de S.G.A.-J. Meyer como sobre el terreno, con el fin de determinar sus necesidades. Las opiniones y comentarios son valiosos para ella, ya que le permiten centrar su selección del equipo de protección individual más adecuado (EPI). "Si una operación requiere un EPI específico, le pregunto a Frédéric si tenemos ese tipo de equipo en existencias. Si no lo tenemos, llevamos a cabo un estudio, después adquirimos muestras y probamos el EPI. Esta fase de prueba puede durar hasta un mes".
Éste fue también el proceso adoptado para la prenda de protección Tyvek800 J, programada para sustituir otros modelos utilizados previamente por la compañía, los cuales, aunque satisfacían las normas de protección vigentes, no eran adecuados para los operadores: "Los trajes que utilizamos fueron hechos con film de poliuretano de tres capas y, por lo tanto, no eran "transpirables", hasta tal punto que después de un cuarto de hora, incluso si la temperatura no era especialmente alta, los operarios sudaban tanto que estaban empapados. Se sentían totalmente confinados en él". Otro problema era la rigidez del material: "Los operadores sentían que estaban dentro de una pesada bolsa que limitaba sus movimientos. Estas prendas eran tan incómodas que los trabajadores tendían a usarlos incorrectamente. Por esta razón, tuvimos que buscar una solución."