Para el desarrollo de estas plantas Moeve está cerrando acuerdos con socios como Kira Ventures y PreZero y negocia nuevas alianzas. De hecho, la compañía acaba de firmar un acuerdo con InproEner para desarrollar cinco plantas de biometano en España, que se espera que estén operativas entre 2028 y 2029. Cada instalación producirá alrededor de 50 GWh al año, sumando hasta 250 GWh anuales de biometano.
Matteo Vaglio, director de Biocombustibles de Moeve, ha resaltado: “El biometano es una apuesta clave de Moeve para descarbonizar nuestra actividad y la de nuestros clientes, ya que permite ser utilizado de inmediato en las industrias y redes de transporte existentes, facilitando así su integración en el mercado energético actual, al tiempo que impulsa el desarrollo económico y social de zonas rurales. Acuerdos con socios, como el alcanzado con InProEner, son esenciales para acelerar nuestros objetivos en este sector”.
El biometano clave en la transición energética
Los planes de Moeve de biometano favorece la estrategia de descarbonización de Moeve. La compañía tiene una ambiciosa hoja de ruta establecida para recortar en 2030 un 55% sus emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) respecto a 2019 y aspira a ser neutra en carbono antes de 2050. En cuanto a la intensidad de carbono de su energía vendida, el objetivo es reducirla entre un 15 y un 20% en 2030.
Durante su ciclo de vida, el biometano reduce más del 90% de las emisiones de CO2 en comparación con el gas natural convencional. El biogás se produce mediante un proceso natural de descomposición (digestión anaerobia) de residuos orgánicos biodegradables agrícolas, ganaderos e industriales. Posteriormente, tras su depuración mediante un proceso tecnológico denominado upgrading, se convierte en biometano.
Las plantas de producción de biometano contribuyen al desarrollo económico sostenible del mundo rural, impulsando dos sectores clave para la economía española, como el agrícola y el ganadero. Además, las plantas de biometano son una alternativa sostenible al tratamiento de residuos, ya que permiten revalorizarlos para la producción de energía renovable y para la producción de subproductos como abonos o fertilizantes sostenibles que pueden utilizarse en las tierras de cultivo de la zona.
La producción de gases renovables está alineada con la iniciativa REPowerEU para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de CO2, además de contribuir a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 12 (Producción y consumo responsables) y ODS 13 (Acción por el clima).