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Energiot, empresa surgida del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IMB-CNM-CSIC), con sede en el Parc de Recerca de la Universitat Autònoma de Barcelona, especializada en dispositivos autoalimentados para Internet de las Cosas (IoT), acaba de adquirir el derecho a desarrollar una tecnología de prototipos piezoeléctricos (que capturan energía de las vibraciones y el movimiento para convertirla en energía eléctrica) mediante impresión 3D.
Se trata de una patente desarrollada por los investigadores del IMB-CNM Gonzalo Murillo, cofundador de la misma empresa, y Marcos Duque.
“La patente describe un método de integración de generadores piezoeléctricos con impresión 3D, es un método de bajo coste, de prototipado rápido, que permite customizar totalmente la forma y funcionalidad del dispositivo”, explica Murillo, Premio Nacional de Investigación para Jóvenes ‘Ángela Ruiz Robles’ en 2023, sobre la tecnología.
La licencia a Energiot “permitirá mejorar las unidades de recuperación de energía, reducir los costes de fabricación, ser más sostenibles y atacar nuevas aplicaciones y casos de uso”, relata.
Las unidades así fabricadas, tras su correspondiente validación previa, “podrán incorporarse en los dispositivos IoT, mejorando su rendimiento para la vigilancia de las redes eléctricas que vamos a instalar en los diferentes pilotos que tenemos en España, Italia, Francia, Holanda, Bélgica o Eslovenia”.
Los desafíos de la energía que pasan por la red eléctrica
Hoy en día, existe un entramado de más de 50 millones de kilómetros de líneas eléctricas que recorren todo el mundo transportando energía, con tensiones eléctricas en algunos casos de más de 400kV, a decenas de metros de altura.
Para mejorar su eficiencia, quedan varios retos por atajar: el peligroso y costoso mantenimiento periódico, los cortes de suministro eléctrico que dan lugar a perdidas de miles de euros en minutos, la mortalidad de la avifauna por contacto con la línea o la integración de las renovables. De hecho, hay momentos en los que se genera más energía renovable de la que es capaz de gestionar la propia red, generando problemas de congestión que solo en 2023 costaron más de 4000 millones de euros en toda Europa.
Ante estos desafíos, Energiot propone el despliegue de dispositivos IoT autoalimentados que son capaces de recolectar energía que ya está en el ambiente, mediante transductores piezoeléctricos. Dichos dispositivos contienen un gran número de sensores de bajo consumo, que permiten recabar valiosa información de los activos de las redes eléctricas (conductores, subestaciones, transformadores, etc.). Esta información es enviada a la nube, para luego ser visualizada y gestionada en su plataforma online. Finalmente, los clientes, operadores de las redes de transmisión y distribución, usan estos datos para reducir sus costes de mantenimiento y operación, optimizar las nuevas inversiones, favorecer la integración de renovables o evitar electrocuciones de aves.
Al tratarse de dispositivos autoalimentados, se evita el mantenimiento asociado a las baterías y “permiten instalar y olvidarse durante al menos 10-15 años”, ilustra Murillo. “Y es que reemplazar baterías a millones de dispositivos IoT en esas localizaciones tan complicadas y peligrosas sería imposible, muy costoso, peligroso y requeriría muchísima dedicación”. Todo esto permitiría conseguir una red eléctrica más segura, sostenible, dinámica e inteligente.
Hace dos años, tras ganar el premio Challenge de protección de avifauna de Iberdrola, la empresa desarrolló un piloto en las redes eléctricas de la empresa para proteger las aves a través de sensores de detección. Actualmente sus nuevos sistemas de avifauna están basados en cámaras de inteligencia artificial y la generación de campos magnéticos de baja frecuencia para evitar que las aves se posen en las torres eléctricas.
Ahora, tras cerrar una ronda semilla con Axon y CoreAngel para triplicar su plantilla y validar sus casos de uso mediante una decena de pilotos en más de 5 países, la empresa está trabajando en el escalado de la producción y las ventas. Con tal de afrontar estos siguientes hitos, el equipo gestor está trabajando en levantar una ronda serie A que estiman cerrar a mediados de 2025.
La concesión de la licencia es una colaboración entre el IMB-CNM y la empresa de base tecnológica.
"Es una satisfacción apoyar desde la Vicepresidencia de Innovación y Transferencia del CSIC, a proyectos en los que la pasión, el tesón y la creatividad de nuestros jóvenes investigadores dan valor a los resultados de la investigación”, explica Isabel Gavilanes, técnica de transferencia del CSIC encargada de esta licencia. “Las empresas basadas en el conocimiento, como Energiot, representan un vehículo excepcional, pero necesario, para que el conocimiento generado en los centros de investigación se transfiera a la sociedad; contribuyendo, no solo a resolver desafíos actuales, sino también a fortalecer el ecosistema de innovación. Con ello, permitimos que la ciencia y la tecnología desarrolladas localmente en los más de 120 centros de investigación distribuidos por toda España, tenga un impacto real a nivel global", concluye sobre la transferencia en el CSIC.
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