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La Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR) manifestó su apoyo a la inclusión del reúso de agua y desalación en el marco del Plan de Adaptación al Cambio Climático para el sector de los Recursos Hídricos (PACC-RH) y propone que se agreguen estrategias de aplicación de estas herramientas para sectores específicos como el agrícola y el industrial.
Para los representantes de la Asociación, estas medidas son fundamentales para enfrentar la crisis hídrica y climática que afecta a Chile por lo que consideran imperante incluir incentivos fiscales y nuevas formas de asociación público-privada para potenciar la masificación de tecnologías al nivel que la situación lo demanda.
“El avance de las sequías demanda celeridad en la aplicación de estas herramientas -reúso y desalación- y para ello tenemos que facilitarle las condiciones al sector privado” destaco Ivo Radic, director de la Asociación.
ALADYR enfatiza que la agricultura es uno de los mayores consumidores de agua en Chile al ocupar hasta el 82% de las extracciones por lo que destaca la necesidad de un plan de urgencia para implementar estrategias de reúso de aguas residuales tratadas en este sector. Estas prácticas, ya exitosas en países como Israel y España, contribuirían a la sostenibilidad del recurso y también ofrecerían una alternativa viable para mantener la productividad agrícola.
Adicionalmente, la Asociación invita a revisar el modelo de gestión de aguas residuales que se está implementando en diversas ciudades como San Pablo, Brasil, en las que se adapta la infraestructura de recolección y tratamiento de efluentes para llevarlos a la calidad requerida por polos industriales como el petroquímico de Capuava. “De esta manera se abordan las necesidades de tratamiento de aguas servidas al mismo tiempo que se abastece de agua a la industria y se libera recurso de las fuentes naturales para ser usados con fines potables” mencionó Radic.
También señalaron que el país tiene un aliado importante en el sector minero por su experiencia en desalación y que la tendencia de adaptar sus plantas desaladoras para incluir a otros clientes como sanitarias y agrícolas debe ser acompañada por políticas de incentivo que premien proporcionalmente el volumen de agua que generen a favor de las comunidades adyacentes.
En especial, la Asociación insta a que se fomente el uso de desalación y el reúso a través de exenciones impositivas en la importación de equipos y tecnologías necesarias, así como beneficios fiscales para las empresas que adopten estas soluciones. "Además de asegurar el suministro de agua, estas soluciones impulsan la competitividad de las industrias, protegiéndolas de las variaciones en la disponibilidad hídrica", acotaron.
ALADYR también propone la creación de nuevas formas de alianzas público-privadas, inspirándose en modelos innovadores como las subastas de concesionamiento de tratamiento de efluentes sanitarios para el reúso industrial, una práctica que ha tomado fuerza en Brasil. Estas subastas permiten a empresas privadas competir para gestionar y tratar efluentes mientras se generan oportunidades de negocio y empleo.
"La adaptación al cambio climático requiere de la colaboración entre todos los sectores. Podemos ser creativos en las formas de cooperación ", declararon.
Water Positive
Otras formas de cooperación que pusieron a disposición son aquellas que suponen la compensación de la huella hídrica de los sectores productivos con infraestructura verde e inclusión de tecnologías, como lo plantea el enfoque Water Positive que ya tiene experiencias de éxito en todo el mundo.
Explicaron que el concepto "Water Positive" es una manera de incluir al empresario en esta tarea y que el concepto se refiere a estrategias y prácticas adoptadas por empresas para devolver más agua al medio ambiente de la que consumen en sus operaciones. Esto se consigue a través de la reducción del consumo de agua, el reúso, la mejora de la eficiencia, y la restauración de fuentes hídricas mediante proyectos comunitarios.
Agregar la estrategia Water Positive al Plan de Adaptación al Cambio Climático podría incluir la creación de incentivos fiscales para empresas que logren y mantengan un balance positivo de agua. Estos incentivos podrían ser en forma de exenciones impositivas, deducciones fiscales por inversiones en tecnologías de reúso y desalación, y ejecución de proyectos de restauración de ecosistemas acuáticos.
“Que Chile se declare Water Positive como una manera de sumar a toda la sociedad en la búsqueda de la máxima eficiencia hídrica posible, sería un gran mensaje” sentenció el director de ALADYR.
ALADYR reafirma su compromiso con la gestión sostenible del agua en América Latina y se coloca a disposición de las autoridades chilenas para colaborar en la aplicación de las estrategias ya mencionadas. "El desafío del cambio climático nos exige repensar cómo usamos y gestionamos el agua. Incorporar estrategias de reúso, desalación y compensación, apoyadas por políticas públicas y alianzas, puede marcar la diferencia para un futuro más seguro y sostenible para todos" concluyeron.
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