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El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) han estado trabajando en cooperación para desarrollar el proyecto RECERCO, una iniciativa alineada con la economía circular enfocada a valorizar los residuos generados en el proceso de fabricación de baldosas cerámicas, concretamente los denominados tiestos cocidos, es decir, baldosas de distintas tipologías, en su mayoría compuestas de arcilla roja, para ser incorporados, previo tratamiento, por una parte, en la fabricación de nuevas baldosas cerámicas y, por otra parte, como agente de refuerzo de matrices poliméricas para obtener composites destinados a la construcción.
Los estudios realizados, en ambas aplicaciones, confirman que la introducción de este residuo como materia prima secundaria es viable técnicamente. Así, en el proceso de fabricación de baldosas cerámicas, es posible reemplazar buena parte del contenido en arcilla de la composición de las baldosas. Por otro lado, en el caso de los composites, es posible sustituir completamente agentes de refuerzo tradicionalmente utilizados en la industria del plástico, como el carbonato de calcio o el óxido de titanio, por estos residuos, de forma que se pueden obtener composites termoplásticos y termoestables con propiedades idénticas o mejoradas.
En este sentido, en el marco del proyecto AIMPLAS ha aplicado los compuestos termoplásticos para fabricar perfilería de persianas en base PVC. Con los compuestos termoestables el centro tecnológico ha fabricado un macetero y un depósito, pero podrían utilizarse también en otras aplicaciones de exterior como mobiliario urbano.
El proyecto RECERCO ha contado con el respaldo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i Innovación) a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación cofinanciado por la UE a través de los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional y la colaboración de las empresas Neos Additives, Miraplas, Giménez Ganga y Saxun, junto con los centros tecnológicos AIMPLAS e ITC.
Así, con esta iniciativa, la valorización de este tipo de residuo cerámico, que en la actualidad se destina a vertedero con un volumen anual de 15.000 toneladas, impacta positivamente en el sector de la construcción, dotándolo de productos más sostenibles y contribuyendo a lograr el vertido cero en el sector cerámico.
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