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La Directiva Europea 2019/904 establece que los envases de bebidas de hasta tres litros deben mantener sus tapas y tapones de plástico unidos al recipiente durante la fase de utilización, y para ello se desarrolló la norma armonizada UNE-EN 17665 que entró en vigor este miércoles 3 de julio.
Para apoyar a las empresas en el cumplimiento de la norma, Aimplas ha puesto en marcha la realización de los ensayos correspondientes. Concretamente se trata de ensayos para demostrar la resistencia del elemento de unión que evalúan la resistencia a la tracción de las tapas y tapones, así como los que garantizan la fiabilidad del elemento de unión y que suponen la realización de pruebas de uso repetido para verificar que las tapas permanezcan unidas a los envases.
Aimplas ya realiza en sus laboratorios ensayos relacionados con la sostenibilidad y seguridad de los envases como los de cierres a prueba de niños, resistencia a microondas, al lavavajillas, NIAS, migración global y específica o alteraciones organolépticas.
“La directiva ha obligado a las empresas a desarrollar estos nuevos tapones, un cambio al que como toda innovación lleva tiempo adaptarse. Algunas marcas ya han dado con la clave, pero otras todavía tienen mucho que mejorar. No obstante, solo es cuestión de tiempo y el cambio lo desarrollaremos con naturalidad. No es una situación nueva, tenemos en la historia ejemplos similares como por ejemplo las anillas de las latas de refrescos y que actualmente se venden unidas a la lata, funcionan perfectamente y nadie echa de menos las versiones anteriores”,explica Sergio Giménez, director de Negocio en Aimplas.