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La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) celebra los datos obtenidos en el estudio realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España en el que se ha analizado el impacto de las energías renovables, especialmente la energía fotovoltaica, sobre el sector primario y las tierras de cultivo en España.
Este informe oficial revela que actualmente el 0,2 % de las tierras fértiles en España están ocupadas por paneles solares, abarcando un total de 47.298 hectáreas. Por su parte, el Ministerio de Agricultura estima que esta superficie se duplicará en los próximos años con nuevos proyectos, alcanzando el 0,4 %, sin que se supere el 1 % de la superficie agrícola disponible para 2030.
“Durante más de una década, la desinformación existente sobre la coexistencia entre la agricultura, ganadería y la energía solar ha sido motivo de debate y, en ocasiones, conflicto. La convivencia no sólo es posible, sino que es la realidad en el 90% de los proyectos, enriqueciendo a ambas actividades. El informe del Gobierno de España ha puesto una vez de manifiesto que la mayor amenaza a la que nos enfrentamos para alcanzar la transición energética, así como el amplio abanico de oportunidades socio-económicas y medioambientales que nos ofrece, son los bulos y noticias falsas”, ha recordado José Donoso, CEO de UNEF.
Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades autónomas con mayor proliferación de parques fotovoltaicos, ocupando 11.460 y 11.349 hectáreas, respectivamente. Ninguna de estas comunidades autónomas y provincias tiene una ocupación de terreno agroganadero superior al 0,4% con proyectos de energía solar en suelo, informa desde la UNEF,
Por su parte, en la UNEF han recopilado algunos datos socio-económicos que demuestran que, además de no generar ningún conflicto con otras actividad económicas del territorio, la fotovoltaica supone una oportunidad para transformar la España vaciada en una "España ilusionada": el terreno sobre el que se ubica la instalación fotovoltaica generalmente se usa en régimen de alquiler y genera impuestos, o la energía solar es una actividad mucho más intensiva en generación de empleo que la agricultura tradicional, entre otros puntos.
Para garantizar estos altos estándares de integración social y ambiental en las plantas fotovoltaicos en operación y para que el desarrollo de los proyectos necesarios para completar los objetivos de descarbonización previstos para España, UNEF puso en marcha en 2020 la primera certificación a nivel mundial, el Sello de Excelencia en Sostenibilidad, que establece buenas prácticas a nivel social, medio ambiental, de gobernanza y economía circular para el despliegue justo y sostenible del sector fotovoltaicos a lo largo de todo el territorio español. En la actualidad, más de 40 proyectos ya cuentan con esta certificación. añaden desde la UNEF