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Minera Los Frailes, titular de los derechos de la mina de Aznalcóllar, ha preadjudicado el contrato para ejecutar la planta de tratamiento de agua (PTA) del futuro complejo minero, que tendrá un presupuesto aproximado de 50 millones de euros.
Minera Los Frailes abrió un proceso competitivo en el que han participado siete compañías internacionales y ha seleccionado a Aqualia, que, a través de su marca Aqualia Industrial, materializará una planta de última generación que será esencial para el cumplimiento de los objetivos ambientales de esta operación.
En las fases de diseño e ingeniería de esta infraestructura han participado también otras empresas líderes como Ayesa. La construcción de la planta, que comenzará cuando Minera Los Frailes reciba la Autorización Ambiental Unificada (AAU) junto al resto de permisos, contará con un plazo de ejecución de 16 meses. “En su desarrollo primarán los equipos de fabricación local y la participación de subcontratistas andaluces, al igual que en todo el proyecto”, según ha afirmado Miguel Ángel González, director de Minera Los Frailes.
Esta planta es una parte central del resto de infraestructuras asociadas a la gestión del agua en este proyecto minero, que están destinadas a solucionar de manera definitiva los problemas ambientales que padece este entorno desde hace 26 años. En este momento en el perímetro de la mina hay dos cortas, Los Frailes y Aznalcóllar, que acumulan agua ácida y están circundadas por escombreras que quedaron abandonadas en 2001. “Es un problema ambiental independiente a la existencia del proyecto de Minera Los Frailes, que se ha diseñado precisamente para resolver de manera definitiva y sostenible esta cuestión”, según indica Miguel Ángel González. La preadjudicación a Aqualia incluye la participación de tecnólogos de primer nivel internacional, como la firma de ingeniería finlandesa Fimpec, una referencia mundial en el tratamiento de agua procedente de pasivos mineros.
El proyecto incluye la depuración total de esta agua utilizando las mejores técnicas disponibles. En paralelo a la depuración total, se toman diversas medidas para evitar que se vuelvan a generar nuevas aguas ácidas en la zona, como el sellado total de las escombreras con material impermeable (para evitar la contaminación con el contacto de los antiguos pasivos mineros), así como una red de infraestructuras que gestionarían el agua en caso de que haya precipitaciones extraordinarias. Junto a ello, se recupera la cuenca de los arroyos en esta zona (que están modificados por la antigua explotación), con la construcción de una red de canales perimetrales en torno al complejo minero para que el agua limpia de los afluentes del río Agrio y Los Frailes no se dirija a las cortas (como ocurre ahora), y sigan así su curso natural. El presupuesto global para la gestión del agua y medioambiental asciende a 100 millones de euros, más otros cien millones del coste operativo de estas infraestructuras. La mina será autosuficiente en el consumo de agua de uso industrial.