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Un equipo científico de la Universidad Rey Juan Carlos ha realizado un informe que analiza los incumplimientos de la normativa comunitaria sobre efluentes en el Mar Menor. El objetivo de este trabajo es anteponerse al borrador de la nueva Directiva sobre tratamiento de aguas residuales, dentro de un estudio de mayor envergadura que analiza diferentes contaminantes en efluentes de depuradoras y playas.
Este estudio, liderado por las doctoras Yolanda Valcárcel y Yolanda Segura con la colaboración de Francisco M. Martín, se engloba en la línea de trabajo sobre vigilancia de sustancias químicas ligadas a la presencia humana que se lleva desarrollando desde hace unos años en aguas costeras y playas. Los objetivos de esta investigación son evaluar el riesgo ambiental de estas sustancias y proponer acciones para su adecuada gestión. “El presente informe se basa en datos de la propia Administración, ya que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), y detalla que el 66 por ciento de los controles realizados (43 de 65) en la depuradora de Torre Pacheco durante el tiempo de estudio (2019-2022) incumplieron alguno de los límites legales”, destacan los investigadores. Esta es la conclusión principal de los resultados del estudio que analiza diferentes parámetros en efluentes en el Mar Menor y que ha sido presentado durante el XVII Congreso Español y el VII Congreso Iberoamericano de Salud Ambiental.
El equipo científico recoge en este informe que la depuradora de Torre Pacheco (Murcia) incumplió de forma recurrente los límites permitidos en parámetros como la conductividad, sólidos en suspensión, demanda química de oxígeno, demanda biológica de oxígeno o nutrientes como el nitrógeno, los cuales están relacionados con la degradación ambiental de los sistemas acuáticos. Esto demuestra que “el problema de los vertidos de aguas residuales a la laguna no se produce en episodios puntuales, sino de manera continuada. Estos efluentes aportan, entre otras sustancias, materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, interviniendo directamente sobre la eutrofización -exceso de nutrientes inorgánicos procedentes de actividades humanas- y sobre los eventos de disminución de la concentración de oxígeno en la laguna”, según se detalla en el informe.
Estos incumplimientos indicarían, por tanto, una mala capacidad de depuración de la planta, contribuyendo de forma continuada a la contaminación del Mar Menor y a la no regeneración de sus aguas. En este sentido, el equipo científico aconseja analizar los efluentes de todas las depuradoras que vierten a la laguna de acuerdo con las recomendaciones que marca la Directiva Europea, ya que estos datos son antiguos, y es necesario tener datos actuales, para evaluar las mejoras que se han ido acometiendo en este tiempo.
El informe recomienda anteponerse al nuevo borrador de la Directiva sobre tratamiento de aguas residuales y controlar el cumplimiento de los parámetros ya legislados, así como los no legislados con el fin de contribuir entre todos a proteger el medio ambiente y la salud humana.