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Este ahorro de CO2 se entiende como las emisiones que la cogeneración emite de menos en comparación con las instalaciones térmicas y eléctricas por separado que suministren la misma cantidad de energía eléctrica y térmica que esta tecnología, lo que la convierte en una herramienta que contribuye directamente a la transición ecológica de la industria.
A nivel europeo, según un informe de COGEN Europe1 , integrar la cogeneración en el sistema energético puede suponer un ahorro de los costes de energía de entre 4.100 y 8.200 millones de euros y una reducción anual de casi 5 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones de tres millones de automóviles de gasolina.
Este ahorro de CO2 se consigue gracias a dos elementos: la utilización de combustibles con menores emisiones que alternativas tradicionales como el fueloil para generar energía térmica y lossistemas de captación de CO2 que algunas cogeneradorasinstalan en sus plantas. Respecto al primer punto, las nuevas tecnologías de cogeneración permiten además su hibridación con otros sistemas renovables de generación de energía, lo que incrementa su sostenibilidad y dota a la industria una energía térmica y eléctrica eficiente, limpia, asequible y con garantía de suministro.
En las últimas dos décadas, las plantas de Grupo Neoelectra han evitado la emisión a la atmósfera de 708.765 T de CO2, gracias a la propia tecnología de la cogeneración más la combinación con fuentes renovables como la fotovoltaica.
Las ventajas de la hibridación El Grupo está trabajando desde hace más de 20 años en la descarbonización “hacia la optimización de los equipos generadores, con el objetivo de que aporten más energía térmica y que la energía eléctrica se proporcione a través de otros sistemas renovables, como módulos fotovoltaicos, combinados o no con almacenamiento por baterías, para garantizar la estabilidad del suministro”, explica Óscar Soca, director de proyectos de Grupo Neoelectra.
De este modo, se optimizan plantas generadoras de electricidad y energética térmica, que son infraestructuras complejas y de alto valor añadido, para hacerlas aún más eficientes y sostenibles. Además de la fotovoltaica, la compañía tiene plenamente operativas hibridaciones de plantas de cogeneración de gas natural con biomasa y biogás.
La práctica totalidad de las plantas de cogeneración del grupo cuentan ya con instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo que cubren las necesidades de energía eléctrica para el funcionamiento de la planta y, en algunos casos, la electricidad necesaria para la industria asociada.
Los objetivos futuros de la compañía pasan por llegar a 30 MW de energía fotovoltaica, 20 MW de almacenamiento con baterías, así como a la producción de hidrógeno, “aprovechando el potencial industrial, técnico y humano con el que ya cuentan las plantas de cogeneración para desarrollar este negocio”, apunta Óscar Soca.
Además, en zonas con poco terreno disponible y de gran valor agronómico, la hibridación se realizará a través de agrivoltaica, “que permite compatibilizar el cultivo agrícola con la producción fotovoltaica”, explica Soca. La compañía tiene la capacidad de inyectar 182 MW a la red, de los que 160 MW son por gas natural, 16 MW por biomasa, 4 MW en fotovoltaica y 2MW en biogás.
Dos de sus plantas tienen cogeneración hibridada con fotovoltaica - El Grado y Fuente de Piedra -; otras dos añaden también biomasa – Fuente de Piedra Biomasa y Villacañas –; otras dos hibridan cogeneración y biogás – Juneda y Artajona – y otras dos añaden a la cogeneración biomasa y biogás – Varennes y Sarrià de Ter-.