Empresas Premium
Destinus, una joven empresa aeronáutica europea asentada en Suiza, Francia, Países Bajos, Alemania, y presente en España desde el 2021, ha presentado un postquemador a medida para alcanzar velocidades supersónicas adaptado a la energía de hidrógeno.
Un sistema de postcombustión permite quemar combustible adicional en el motor. Los motores tienen un empuje máximo que son capaces de alcanzar. Destinus-3 utilizará un motor CJ610. Este motor puede producir un empuje total de 13 kN; sin embargo, se necesita más que este empuje para alcanzar el régimen supersónico. Por lo tanto, se agrega un postquemador al motor. Situado después de la turbina y antes del escape, permite inyectar combustible adicional al aire que la atraviesa, aumentando el empuje general. Los ingenieros de Destinus han calculado que podría ayudar a aumentar el empuje del motor en aproximadamente un 45 %. Añadir el postquemador también significa sustituir la boquilla antigua por una nueva de geometría variable. La geometría de la nueva boquilla puede adaptarse en función de si se activa o no el postquemador.
El motor de Destinus 3 funcionará con un sistema de postcombustión integrado. A una inyección inicial de queroseno en la cámara de combustión principal, le seguirá una segunda inyección de hidrógeno líquido (LH2) en el postquemador. El hidrógeno líquido se suministra desde un tanque de LH2 de 75 kg. El objetivo principal es encender el postquemador durante el modo crucero, lo que permite que el motor alcance velocidades supersónicas de aproximadamente Mach 1,3.
Los ingenieros de Destinus han diseñado el postquemador para que sea totalmente adaptable a la energía del hidrógeno y está listo para ser fabricado. El difusor, la cámara de combustión y la tobera de escape también son componentes del postquemador hecho a medida.
Una vez finalizado el proceso de fabricación, se someterá a pruebas exhaustivas en el nuevo sitio de pruebas de propulsión de hidrógeno de Destinus en Payerne, Suiza. El sistema se prueba primero con hidrógeno gaseoso (GH2) y luego con hidrógeno líquido (LH2).. El objetivo es garantizar el rendimiento térmico del postquemador y medir con precisión la generación de empuje. Las pruebas son el último paso esencial para confirmar la eficacia y seguridad del postquemador antes de que pueda utilizarse en el aire.