La declaración reconoce el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible, accesible y asequible, con un fuerte valor añadido para la economía de la UE. Incluye compromisos claros, como redes ciclistas seguras y coherentes en las ciudades, mejores conexiones con el transporte público y aparcamientos seguros y acceso a puntos de recarga para bicicletas eléctricas. Estos compromisos se adoptarán a nivel de la UE, nacional, regional y local. Todos ellos son elementos necesarios para mejorar la calidad y cantidad de las infraestructuras ciclistas en todos los Estados miembros y hacer la bicicleta más atractiva para el público.
Basada en una propuesta lanzada por la Comisión Europea en octubre de 2023 y en respuesta a las peticiones del Parlamento Europeo y de los Estados miembros, la declaración constituye un compromiso político conjunto y una brújula estratégica para las políticas e iniciativas actuales y futuras relacionadas con el uso de la bicicleta.
A fin de desarrollar todo su potencial, el uso de la bicicleta debe abordarse adecuadamente en las políticas de movilidad a todos los niveles de gobernanza y financiación, planificación del transporte, sensibilización, asignación de espacio, normas de seguridad e infraestructuras adecuadas, con una atención especial a las personas con discapacidad o con movilidad reducida.