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Las energías renovables marcaron en 2023 un nuevo año histórico, tanto en potencia instalada como en generación dentro del sistema eléctrico nacional, según el primer informe del Observatorio de Energías Renovables de Foro Sella, elaborado por Opina 360 con datos de Redeia. Ese impulso hizo posible que la generación renovable cubriera un 54,9 % de la demanda del sistema eléctrico nacional.
Las renovables alcanzaron un récord de 134.315 GWh inyectados al sistema, un 15,1 % más que el año anterior y un 37,2 % más que en 2019. Pese a este avance, la generación total del sistema bajó un 3,5 % con respecto a 2022 por la caída de las fuentes no renovables (-17 %). Esta diferente evolución hizo que las renovables representaran por primera vez algo más de la mitad del mix de generación nacional: se elevaron hasta el 50,3%, ocho puntos más que el año anterior.
Las fuentes que más impulsaron el crecimiento de la energía verde fueron la solar fotovoltaica, cuyo despliegue le permitió avanzar un 33,8 % y marcar un nuevo máximo (37.328 GWh), y la hidroeléctrica, que se elevó un 41,1 % gracias a la recuperación de las lluvias en diversas zonas de la península. La solar térmica también sumó un 13,9 % y la eólica registró una subida del solo el 2,2 %, pero le sirvió para batir su récord (62.569 GWh) y recuperar el primer puesto entre las fuentes de generación. El resto de las renovables terminó con volúmenes inferiores a los del año anterior.
Por comunidades, los mayores incrementos de la generación renovable en 2023 se localizaron en Extremadura (31,9 %), Baleares (28 %), Galicia (23,9 %), Asturias (20,5 %), Castilla-La Mancha (20,3 %) y Aragón (18,9 %). En volumen, Castilla y León, Aragón y Galicia destacan por contar con más de un 75% de generación de origen renovable sobre el total.
En comparación con 2019, las mayores subidas de la producción renovable se han producido en Extremadura (187,7 %), Aragón (119,4 %), Baleares (89,7 %), Castilla-La Mancha (56,9 %) y Murcia (51 %). En contraste, seis comunidades que el año pasado registraron niveles inferiores de generación renovable que cuatro años antes: La Rioja (-21,5 %), País Vasco (-21,1 %), Cataluña (17,2 %), Cantabria (-10, 7%), Asturias (-6,7 %) y la Comunidad Valenciana (-6,2 %).
El descenso de la generación en 2023 está relacionado con una menor demanda nacional, que bajó un 2,3 %, hasta los 244.659 GWh. Se reduce por segundo año consecutivo y se sitúa en el nivel más bajo desde 2004. En los dos últimos años se observa una clara divergencia entre la creciente actividad económica y la menor demanda eléctrica a la red que se justifica sobre todo por el fuerte impulso del autoconsumo, tanto en los sectores productivos como en los hogares.
Desde el punto de vista de la potencia instalada, la capacidad de generación del sistema aumentó en 6.253 MW, un 5,2 % más que el año anterior, hasta alcanzar los 125.620 MW. Las renovables sumaron 6.261 MW, el mayor aumento de los últimos cuatro años, frente a un descenso de 8 MW de potencia no renovable. Prácticamente nueve de cada diez nuevos megavatios de potencia correspondieron a solar fotovoltaica, que registró su mayor crecimiento de la serie al añadir 5.594 MW en un solo año. El resto del incremento renovable se concentró casi exclusivamente en eólica, con 661 MW más (2,2%).
Al cierre del año, las fuentes renovables contaban con 77.039 MW de potencia instalada, que representan el 61,3 % del total del sistema eléctrico nacional, tras avanzar más de once puntos en tan solo cuatro años. La energía solar (fotovoltaica y térmica) se sitúa ya como la segunda fuente con mayor capacidad (27.853 MW), solo por detrás de la eólica (30.810 MW), y juntas suponen casi la mitad del parque de generación nacional (46,7%).
En los últimos cuatro años, la implantación de energías renovables en el sistema eléctrico nacional ha crecido en 21.995 MW, un 40 % más, sobre todo gracias a la solar fotovoltaica, que casi vio triplicada su potencia, con 16.803 MW más (192,1 %). La eólica registró una subida de 5.125 MW, un 20 % más. El despliegue de renovables en este periodo ha compensado con creces el descenso de la potencia de las fuentes no renovables, que ha sido de 6.326 MW (-11,5%), fundamentalmente por el cierre de centrales de carbón (6.219 MW menos).