Puesta en marcha de la primera instalación Kumac en Alemania

Tras haber instalado 16 plantas de este tipo en todo el mundo, esta es la primera instalación Kumac que se pone en marcha en Alemania. Esta empresa agraria con sede en el Vogtland de Sajonia está especializada en la explotación de vacas lecheras y en el cultivo de plantas forrajeras. Junto a la planta de producción lechera con 1.400 vacas y ganado de cría, la empresa posee desde 2006 una instalación de biogás con una potencia eléctrica de 845 kilovatios. Cada año se generan aquí hasta 72.000 toneladas de estiércol licuado y residuos de fermentación.

La instalación de biogás inyecta a diario 12.000 kilovatios hora a la red eléctrica pública. Además, la instalación ofrece hasta 500 kilovatios de potencia térmica a través de una red de calefacción a pequeños consumidores, así como a la ubicación de la antigua clínica Paracelsus en Reichenbach. El principal ámbito de negocio de la instalación es el suministro de biogás a través de una canalización de 3,2 km de longitud a la central térmica municipal de Reichenbach para el abastecimiento de viviendas e instalaciones sociales. La cantidad de electricidad anualmente producida corresponde al consumo de unos 6.000 hogares.

“En Reichenbach, el producto del sistema Kumac consta de un 25 % de abono industrial sólido y un 20 % de abono líquido, así como de un 55 % de agua industrial descontaminada. El residuo sólido y el concentrado nutriente se aplica como abono orgánico de alto rendimiento en nuestras propias plantaciones, evitando así largos trayectos de transporte”, explica Lars Bittermann, director gerente de Agrar Reichenbach GmbH. “Con ello se cierra un circuito eficiente de generación eléctrica y los distintos ámbitos de nuestra cartera de productos se coordinan entre sí a la perfección. Comenzando por el cultivo de plantas forrajeras, pasando por la explotación de las vacas lecheras, hasta la utilización del estiércol licuado en la instalación de biogás y la conversión final de los residuos de fermentación de nuevo en abonos y agua, todos los elementos encajan entre sí”.

En el primer paso del tratamiento de estiércol licuado y residuos de fermentación, los materiales de partida se mezclan con agentes floculantes. Con la introducción de estos aditivos, los componentes más finos floculan y se dejan separar del agua con mayor facilidad. Al mismo tiempo, procuran una reducción de la emisión de olores. Tras hacer pasar el material por una prensa de banda cribadora con distintos rodillos para presionarlo luego contra una segunda banda permeable, el residuo sólido puede utilizarse directamente como abono, compost, lecho animal o substrato de biogás. Este material tiene un contenido en extracto seco de hasta el 30 por ciento.

La fase líquida pasa a continuación a través de una piscina en la que se separan las partículas pequeñas y sustancias en suspensión. Las demás partículas sólidas se eliminan mediante un filtrado fino. En el paso siguiente, el producto filtrado se somete a una ósmosis inversa de tres etapas para separar sales y nutrientes. El abono líquido resultante, rico en nitrógeno, representa aún una cuarta parte de volumen de salida. El agua limpia supone la mayor parte de los productos de preparación y actualmente se envía al sistema de desagüe.