La playa del Remolar es una playa natural incluida dentro de la Red Natura 2000 y declarada zona de especial protección para las aves. Desde 2021, se cierra temporalmente y se convierte en un pequeño refugio donde el sendero y otras especies de aves pueden alimentarse y reproducirse tranquilamente.
En el resto de playas metropolitanas, también se adoptan diferentes medidas para potenciar la nidificación del sendero, como por ejemplo, no cribar y no utilizar ningún tipo de maquinaria en las playas incluidas en las zonas de especial protección para las aves. En estos lugares, se realiza la limpieza manualmente y se deja una distancia mínima de seguridad por delante de los cercados de palo y cuerda dunar.
Daniel Palacios, jefe del servicio de playas del AMB, afirma que “éste es un ejemplo de gestión que constata el equilibrio entre la preservación ambiental, la mejora de la biodiversidad y los usos sociales de las playas. No es incompatible el hecho de que las playas metropolitanas sean el espacio público más visitado de la metrópolis de Barcelona —con 11 millones de usuarios— con la coyuntura de que éstos sean espacios naturales de alto valor ecológico y hábitat de muchas especies de pájaros como el sendero camanegro”.
En Viladecans, las playas de la Murtra y la Pineda están abiertas a los usuarios y disponen de servicios y zona de aparcamiento habilitada.
Sendero camanegro: especie protegida del ecosistema litoral
El sendero camanegro (Charadrius alexandrinus) es una especie protegida tanto a escala autonómica como estatal, y su hábitat es el ecosistema litoral.
La población catalana se concentra mayoritariamente en el delta del Ebro. Sin embargo, en el delta del Llobregat, la presencia de esta especie fue notoria hasta los años 1990-2000. A partir de entonces, se produjo un descenso drástico y desaparecieron el 85% de las parejas, que pasaron de 150 a tan sólo unas 25.
Como otras especies, son muy sensibles a los impactos vinculados a las playas (presencia humana, ataques y estorbos de perros, depredación por ratas, etc.). Además, el período de nidificación —entre la primavera y el verano— coincide con la época de mayor presencia de usuarios y bañistas en las playas.