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Veolia ha puesto en marcha el despliegue de una solución de recuperación de frío residual en la terminal de GNL de Enagás en Barcelona. En primicia mundial, esta solución generará al año 131 GWh de energía local, asequible y respetuosa con el medio ambiente.
La puesta en servicio está prevista para el segundo trimestre de 2024. Este proceso evita las emisiones vinculadas a la producción de energía que habrían sido necesarias en ausencia de energía recuperada. Esto representa más de 42.000 toneladas de CO2 evitadas anualmente para el proyecto de Barcelona.
Esta innovación forma parte de la estrategia de Veolia para aprovechar al máximo la energía local, disponible y asequible. Recupera la energía liberada durante el proceso tradicional de regasificación, que envía gas natural licuado (GNL) al bucle de agua de mar a - 160°C antes de entregarlo a la red en forma gaseosa a una temperatura de alrededor de -2°C / 0°C. Por lo general, el frío generado durante este proceso lo absorbe el mar y, por tanto, se pierde.
Con más de 150 terminales de regasificación en todo el mundo, esta solución ofrece un potencial de recuperación considerable, sobre todo para los emplazamientos en los que la densidad urbana e industrial es suficientemente adecuada para su implantación.
Gracias a la cooperación con Enagás y al compromiso del Ayuntamiento de Barcelona, Veolia podrá suministrar energía local descarbonizada a una zona portuaria de Barcelona utilizando la energía procedente del frío residual de la terminal de GNL, que será reciclada y realimentada a la red urbana. De este modo, el proyecto contribuirá a la competitividad de una serie de emplazamientos industriales y terciarios, infraestructuras públicas (Palacio de Congresos) y Mercabarna, un importante mercado alimentario para la región, todos ellos situados en las proximidades de la zona portuaria. Se trata de una baza importante para estos agentes económicos, que buscan descarbonizar su consumo energético controlando su coste en una zona que está experimentando importantes cambios urbanos y que busca ser más sostenible.
En la lucha contra el calentamiento global, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar pérdidas y derroches innecesarios de energía. La valorización del calor y del frío residuales es, por tanto, un componente esencial de la estrategia de transformación ecológica del mix energético de Veolia. La replicabilidad del proyecto iniciado en Barcelona, que permite transformar el frío perdido en energía local, disponible y respetuosa con el medio ambiente, abre un potencial muy importante. Original y virtuoso, demuestra el impacto positivo de las soluciones energéticas territoriales en la descarbonización y la competitividad de los territoriosEstelle Brachlianoff, Directora General de Veolia.