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La instalación prevé tratar más de un millón de metros cúbicos al día en 2040 prestando así servicio a 2.400.000 personas en la capital rumana. El proyecto ha sido ejecutado por un consorcio formado por Aqualia, FCC Construcción, ambas encargadas de las obras de remodelación y ampliación de la planta existente, y por Suez, responsable de la construcción del incinerador de fango. Las obras de ampliación y mejora de la EDAR han supuesto un gran reto técnico, ya que han sido ejecutadas mientras las actuales instalaciones se encontraban desarrollando sus actividades habituales de operación y mantenimiento
Aqualia, en consorcio con FCC Construcción y Suez, ha finalizado el proyecto de remodelación y ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Glina, municipio cercano a Bucarest, capital de Rumania. La ejecución de las obras de ampliación y mejora de la EDAR ha supuesto un gran reto técnico, ya que ha sido desarrollado mientras las actuales instalaciones se encontraban en funcionamiento. Los trabajos de la EDAR han incluido la construcción de una nueva línea de pretratamiento con capacidad para 4,5 m3/s, la construcción de una nueva línea de tratamiento biológico con capacidad de 8,9 m3/s, la remodelación de una línea del tratamiento biológico existente, la construcción de 24 decantadores secundarios con capacidad para 4,5 m3/s y la ampliación de las instalaciones de deshidratación de fangos existente.
También se ha ejecutado la construcción de una planta de reutilización del fango de salida de la EDAR con una capacidad de tratamiento de 173 toneladas de materia seca diarias. Esta planta reducirá significativamente el volumen de fango total producido en la EDAR mediante tecnología de incineración y llevará a cabo un proceso de recuperación de energía generando parte de la electricidad consumida en el proceso.
Con esta ampliación, la nueva capacidad de tratamiento de la planta alcanzará los 12 m3/s, lo que equivale a más de 1 millón de metros cúbicos al día, capacidad para la que se ha tenido en cuenta un horizonte temporal al año 2040, cuando la planta tratará el agua de hasta 2.400.000 habitantes, la población de Bucarest y del resto del condado de Ilfov. De esta manera se asegura al mismo tiempo el cumplimiento íntegro de todos los parámetros de calidad de efluente conforme a las normativas rumana y europea vigentes.
El proyecto ha sido ejecutado por un consorcio formado por Aqualia, FCC Construcción, ambas encargadas de la ampliación de la planta; y Suez, responsable de la construcción del incinerador de fango.
La planta, además de tratar la totalidad del agua residual, cogenerará energía gracias a la incineración del fango.
Aqualia trabaja desde hace más de 15 años en Rumanía, donde anteriormente ha desarrollado las depuradoras de Agnita y Dumbraveni, ambas en el condado de Sibu, y Zimnicea en el condado de Teleorman.