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Europa alcanzó un hito en la producción de energía sostenible en 2022, con 21.000 millones de m3 (21 bcm) de energía generada mediante la producción de biogás y biometano, una cifra superior a toda la demanda de gas natural de Polonia y que representa el 6 % del consumo total de la UE en 2022.
Estos son algunos de los datos recogidos en la última edición del Informe Estadístico 2023 de la Asociación Europea del Biogás (EBA, por sus siglas en inglés), que ha contado con el apoyo de Sedigas.
Mientras que el sector del biogás se ha estabilizado en la última década, el del biometano está experimentando un notable crecimiento. La producción de biometano creció un 18 %, pasando de 3,5 bcm en 2021 a 4,2 bcm en 2022. Destaca el caso de Dinamarca, cuya cuota de biometano en la red gasista se acerca al 40% y hay planes para aumentarla para sustituir el 100% de la demanda de gas natural convencional antes de 2030.
A una escala supranacional, el Plan REPowerEU de la Comisión Europea, concebido para acelerar la desconexión energética de Rusia, otorga al biometano un papel protagonista en la consecución de los objetivos de independencia energética europeos, ampliando hasta los 35.000 millones de m3 (35 bcm) el objetivo comunitario de producción para 2030. En este sentido, tanto EBA como Sedigas -junto a otras asociaciones europeas- abogan para que esa meta de producción de biometano se convierta en vinculante. Los promotores de esta reivindicación consideran que se trata de una medida de vital importancia dado que la recientemente adoptada Directiva de Energías Renovables no alcanza las ambiciones de REPowerEU en materia de gases renovables. "Alcanzar los 35 bcm de producción de biometano requiere una tasa de crecimiento anual sostenida de alrededor del 30% en la capacidad de producción de biometano". explica a Mieke Decorte, directora Técnica y de Proyectos de EBA. "Este nivel de crecimiento es alcanzable, pero debe estar respaldado por condiciones óptimas de mercado. La planificación coherente del potencial de biometano y los procesos de permisos más rápidos son los primeros pasos para alentar a los desarrolladores de mercados y proyectos a operar a un ritmo significativamente más rápido (en toda Europa)".
La producción de biometano en España para su inyección en la red gasista muestran un incremento de un 38 % entre enero y noviembre de este año en comparación con el mismo periodo de 2022 (de 162 GWh a 223 GWh). De manera desagregada, la tasa de variación de la producción de biometano para su inyección en la red de transporte experimentó un incremento del 24,4 % en dicho periodo, mientras que el incremento de la producción para su inyección en la red de distribución fue del 86,2%.
El número de plantas de producción de biometano que inyectan a la red gasista ha pasado de cinco operativas a finales de 2022 a un total de nueve en la actualidad.
Dada la dimensión de la industria agroalimentaria y ganadera de España, su potencial de producción de biometano resulta especialmente significativo. Es por ello por lo que, teniendo en cuenta todos los tipos de materias primas disponibles, el documento sitúa a España como el cuarto país de Europa con mayor potencial de producción de biometano.
El informe "Estudio de la capacidad de producción de biometano en España", elaborado por Sedigas, corrobora esa opinión y cuantifica la capacidad de producción de España en 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir en torno al 45 % de la demanda de gas natural. A pesar del crecimiento antes señalado, hoy en día, las cifras de producción representan apenas un 0,1 % de la demanda nacional, por lo que es imprescindible promover su desarrollo potencial.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030 actualmente en revisión marca un objetivo de 20 TWh de producción de biogás (equivalente a menos de un 1% de biometano equivalente inyectado en red) y ha sido considerado poco ambicioso por el sector. En palabras de Joan Batalla, presidente de Sedigas, “España debe aspirar a producir un mínimo de 35 TWh de biometano en 2030 ya que cuenta con un potencial de producción suficiente”, alineado con la estimación reconocida por la Comisión Europea la pasada primavera de 4,1 bcm (alrededor del 13% de la demanda de gas natural de 2022) en ese mismo horizonte temporal, pudiendo así contribuir de forma decisiva al logro del objetivo paneuropeo antes señalado".