Empresas Premium
Las infraestructuras gasísticas existentes serán clave para desarrollar proyectos renovables futuros, en línea con lasdirectrices de la Unión Europea. Dichas directrices incentivan el despliegue de nuevas infraestructuras eléctricas y gasísticas para la transmisión y distribución, que impacta positivamente a España al poner en valor los activos de los que dispone y poner recursos necesarios sobre la mesa, según el plan denominado “Redes, el eslabón perdido”, presentado ayer por la comisaria de energía europea de energía Kadri Simson.
Para compañías como Tarba Energía, no solo se trata de hacer nuevas redes sino de aprovechar las ya existentes, con gran potencial. De acuerdo con Julio Crespo, director general de la energética andaluza, el plan presentado por la comisaria europea es positivo, porque “en empresas como Tarba contamos con 25 kms de tubería desplegada, que conectan con nuestra planta de generación eléctrica, que puede producir electricidad a partir de distintas fuentes renovables. Esto demuestra que las infraestructuras son un gran activo en el proceso de transición ecológica”, señala.
Hasta ahora la infraestructura de la compañía ha transportado gas natural para la producción eléctrica de vertido a la red, pero está adaptada para el transporte de gases renovables, como el biometano o el hidrógeno. En este sentido, la directiva de la compañía considera que el proyecto H2Med incluido por Bruselas en este plan de acción supone un impulso a los planes de negocio de distintas empresas españolas que incluyen gases renovables y que han estado a la espera de ponerse en marcha.
El plan de la UE busca integrar electricidad verde y electrificar grandes sectores de consumo ampliando las redes en poco tiempo y de manera rentable. Y, en relación con el despliegue de proyectos de transporte y distribución de hidrógeno, propone separar las redes troncales de las redes de distribución que llegan al productor consumidor final.