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El 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Retrete y el Foro de la Economía del Agua insta a impulsar la inversión en saneamiento para fomentar el ahorro de agua. Los sistemas de saneamiento tienen una importancia crucial tanto desde el punto de vista sanitario como medioambiental, ya que previenen la propagación de enfermedades al mismo tiempo que limitan la contaminación de las masas de agua. “Es fundamental que la población sea consciente del verdadero valor del agua y de la función imprescindible de los sistemas de saneamiento, que permiten devolver el agua a la naturaleza como mínimo en las mismas condiciones en que se ha recibido” (Estanislao Arana).
El próximo domingo 19 de noviembre, Naciones Unidas celebrará el Día Mundial del Retrete, un evento que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia del derecho a un saneamiento seguro para todos, contemplado en el ODS 6 y cuyo cumplimiento aún constituye un reto en muchas partes del mundo.
Así, según datos de Naciones Unidas, 3.500 millones de personas en el mundo viven sin acceso a un aseo seguro y 2.200 millones tampoco tienen garantizada el agua salubre. Además, una cuarta parte de la población mundial (2.000 millones de personas) carece de instalaciones básicas en casa para lavarse las manos con agua y jabón, todo lo cual pone en peligro toda la Agenda 2030.
En este Día Mundial, el Foro de la Economía del Agua quiere recordar que los sistemas de saneamiento tienen una importancia crucial, tanto desde el punto de vista sanitario como medioambiental, ya que previenen la propagación de enfermedades al mismo tiempo que limitan la contaminación de las masas de agua.
En nuestro país, el acceso a un saneamiento seguro está garantizado: según datos de la Fundación Aquae, en España, el 98% de la población urbana y el 93% de la población rural está conectada a alcantarillado, mientras que el resto se atiende a través de sistemas de saneamiento en el lugar, como fosas sépticas. No obstante, Estanislao Arana, director académico del Foro de la Economía del Agua, afirma que “esto no significa que no haya que seguir avanzando”, y recuerda que “es fundamental seguir invirtiendo en la modernización de estas infraestructuras y en su adaptación a la situación actual de escasez de agua, que hace necesario redoblar nuestros esfuerzos en el ahorro del recurso y en mantenerlo en las mejores condiciones de calidad posibles”.
En este Día Mundial, cuyo lema de este año es “Acelerar el cambio”, Naciones Unidas incide en la importancia de que cada persona adopte medidas sencillas para ayudar a alcanzar el ODS 6. En esta línea, Estanislao Arana recuerda la importancia de la concienciación ciudadana: “es fundamental que la población sea consciente del verdadero valor del agua y de la función imprescindible de los sistemas de saneamiento, que permiten devolver el agua a la naturaleza como mínimo en las mismas condiciones en que se ha recibido, lo que es más importante que nunca en el contexto actual de cambio climático”.
El experto añade que la escasez de agua trae consigo que “los sistemas de saneamiento sean cada vez más complejos desde el punto de vista técnico y deban mantenerse constantemente actualizados para evitar pérdidas del recurso. Esto implica la necesidad de que se impulsen las inversiones en infraestructuras, para lo cual hace falta la colaboración de todos: el sector público, el privado y los usuarios de agua a través de la adecuación de las tarifas a la nueva situación”.
En la actualidad, hasta el 40% de nuestras redes de abastecimiento tiene más de 30 años, lo que genera pérdidas de agua que superan el 15%. Para revertir esta situación sería necesario invertir 3.858 millones de euros anuales, cifra que supera el 0,35% del PIB anual.