Avanza el Plan de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi

En este sentido el Informe de seguimiento 2021-2022 del Plan de Transición Energética y Cambio Climático, presentado recientemente, tiene como objetivo evaluar su grado de avance, analizar desviaciones y proponer medidas correctoras.              

El informe destaca que se está avanzando de forma adecuada para integrar la energía, la mitigación y la adaptación al cambio climático de Euskadi.  El grado de avance de las 15 iniciativas propuestas en el Plan es del 49 %, lo cual indica que se ha cumplido, en año y medio que lleva el Plan vigente, casi con la mitad de lo deseado. Por lo tanto, cabe esperar que el grado de avance de las iniciativas consiga alcanzar un valor del 100 % para el año 2024.

Las actuaciones previstas en el Plan, además de contribuir a afrontar el reto del cambio climático, supondrán un impulso a determinadas actividades económicas en forma de inversión en mitigación y adaptación, contribuyendo al desarrollo económico de Euskadi. Como consecuencia del Plan, el PIB aumentará cerca de 160 millones de euros al año y supondrá la creación de más de 2000 empleos anualmente.

El informe destaca que se avanza decididamente en los objetivos de reducción en un 30 % de las emisiones totales de GEI y en las acciones de resiliencia, pero se observa que el objetivo de Cuota de energías renovables (alcanzar el 20 %) incluso ha retrocedido en el periodo analizado. La razón del retroceso es el aumento coyuntural de la generación de energía eléctrica mediante las centrales de ciclo combinado y de la diminución de la generación hidroeléctrica y del uso de biocombustibles.

En materia de adaptación al cambio climático, Euskadi ha sido una de las regiones seleccionadas para formar parte de la Misión de Adaptación al Cambio Climático de la Unión Europea. Este nombramiento reconoce que Euskadi está preparada para ser un referente y compartir con otras regiones europeas su experiencia y confirma que es una región comprometida y plenamente convencida con el reto de emergencia climática al que nos enfrentamos como sociedad.

Las iniciativas con menor cumplimiento que requerirán mayor impulso los dos próximos años son: impulso a la rehabilitación energética de edificios y las soluciones basadas en la naturaleza como fuente de innovación para la resiliencia de los municipios.