El descenso de la temperatura obliga al uso de los radiadores para mantener el confort dentro del hogar. Se estima que alrededor del 47% del consumo energético de las viviendas españolas corresponde al consumo energético.
Si bien el Gobierno viene tomando iniciativas que minimizan el impacto del gasto en el presupuesto, el incremento desmedido de los costes de las diferentes formas de energía hace necesaria la búsqueda de métodos que permitan ahorrar.
Además de ventilar a horas adecuadas y realizar mantenimiento a los radiadores, conviene utilizar herramientas digitales, como la calculadora Naturgy e identificar la tarifa que más se ajusta a las necesidades y hábitos de consumo.
Pautas básicas para ahorrar en calefacción
Aunque el consumo de las calderas depende del tipo de sistema y del tamaño del inmueble, existen consejos claves al momento de buscar opciones de ahorro, entre ellos tenemos:
- Mantener una temperatura adecuada: las cifras altas en el termostato son las principales enemigas de la economía. Lo ideal es evitar que sobrepasen los 21 grados. Asimismo, exceptuando los días de frío extremo, conviene apagar los radiadores durante la noche.
- Calentar las habitaciones necesarias: cerrar las llaves de los radiadores de las estancias vacías y ventilar las que se encuentran en uso el tiempo justo para evitar la pérdida de calor.
- Programar el encendido: debemos mantener apagada la calefacción mientras estamos fuera de casa y programar el encendido una hora antes de la llegada. En caso de que el sistema no lo permita, bajar la temperatura.
- Atención con los radiadores: es necesario evitar cubrir los radiadores, así como eliminar las pequeñas burbujas de aire que se forman en su interior e impiden calentar a su máxima potencia.
- Cambiar la caldera por una de bajo consumo: el mejor consejo de ahorro es cambiarse a un sistema eficiente, si bien supone una gran inversión, la reducción del importe de la factura hace que valga la pena cada centavo.
¿Cómo ahorrar con una calefacción de gas?
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), la calefacción de gas es el sistema más habitual en el país. Aunque la mayor parte de los españoles opta por el uso de gas natural, también es posible encontrar sistemas que funcionan a base de butano o propano. En cualquier caso, las pautas de ahorro son:
- Revisar la tarifa de gas: las ofertas liberalizadas pueden suponer un ahorro de hasta 96 euros mensuales en comparación a las tarifas que ofrece el Gobierno.
- Respetar las inspecciones: el óptimo mantenimiento de las instalaciones disminuye el consumo energético, de ello, lo conveniente de realizar tanto inspecciones periódicas a la caldera como las inspecciones obligatorias que establece la ley.
- Elegir una caldera de condensación: sin duda, no existe mejor método de ahorro en el consumo de la caldera que instalar un sistema de condensación del vapor de agua, su eficiencia permite disminuir cerca del 30% de energía en comparación con las calderas eléctricas.
Las calderas de propano tienen a favor mayor poder calórico y eficiencia al momento de gasificar. Sin embargo, las de gas natural suelen ser más económicas y eficientes, además, brindan acceso a suministro ininterrumpido.
¿Cómo ahorrar con una calefacción de gasoil?
Este tipo de calderas es, por tendencia, la opción indicada en las zonas que no forman parte de la red de distribución de gas natural. Entre las pautas elementales para evitar pagar grandes cargos sobresalen darle buen uso a los radiadores y corregir posibles problemas de aislamiento térmico, así como:
- Monitorear el precio del gasóleo: aunque el producto que se utiliza para la calefacción es diferente al utilizado como combustible, su precio suele presentar alzas significativas de cara al invierno, por lo que conviene abastecernos con anterioridad.
- Comparar ofertas: los precios del gasoil varían en función de la comercializadora. Si bien el margen de diferencia es mínimo, no está de más indagar un poco y prestar atención a los establecimientos que tienen servicio a domicilio y lo que cuesta en las distintas comunidades autónomas.
- Utilizar aditivos: existen sustancias químicas que incrementan el nivel de eficacia del gasoil. En este sentido, no solo conseguimos ahorrar en combustible, sino alargar la vida útil de la caldera.
¿Cómo ahorrar con una calefacción eléctrica?
La ventaja de las calderas eléctricas radica en su seguridad. En contraposición, hablamos de uno de los sistemas más costosos en lo que respecta a instalación. Aunque su eficiencia es baja, no podemos olvidar que el servicio muestra una tendencia al alza, de ahí que conviene poner en práctica estos consejos:
- Elegir la tarifa adecuada: la regla de oro para ahorrar es la misma que se aplica con el sistema de gas natural: verificar la disponibilidad de una tarifa de energía regulada. Debido al incremento constante del precio, otra buena idea es comparar las ofertas que ofrece el mercado libre.
- Ajustar la potencia: la nueva tarifa de la luz brinda la posibilidad de escoger entre dos potencias: la primera para el periodo punta y llano y, la segunda, para el periodo valle, correspondientes al más caro y al más barato, respectivamente.
Adaptar el consumo implica elegir una potencia alta cuando pretendemos encender la calefacción durante las horas más caras, y viceversa. Lo importante es comprobar que la potencia eléctrica escogida sea suficiente, de no ser así, corremos el riesgo de interrupciones en el suministro.
Combinar la contratación del servicio de discriminación horaria con el uso de las calderas eléctricas durante la noche, reviste tanto en un consumo mucho más bajo respecto a los sistemas de gas, como el 99% de rendimiento.