El acuerdo actualiza la actual lista de la UE de prácticas comerciales prohibidas y añade a ella varios hábitos de comercialización problemáticos relacionados con el lavado verde y la obsolescencia programada de los productos. El objetivo de las nuevas normas es proteger a los consumidores de las prácticas engañosas y ayudarles a tomar mejores decisiones de compra.
¿Qué se prohibirá?
El Parlamento y el Consejo acordaron prohibir declaraciones genéricas sobre el medio ambiente, por ejemplo "respetuoso con el medio ambiente", "natural", "biodegradable", "neutro para el clima" o "eco", sin pruebas de un excelente comportamiento medioambiental reconocido que sea pertinente para la declaración; comunicaciones comerciales sobre un bien con una característica que limita su durabilidad, si se dispone de información sobre la característica y sus efectos sobre la durabilidad; declaraciones basadas en sistemas de compensación de emisiones que afirmen que un producto tiene un impacto neutro, reducido o positivo en el medio ambiente; etiquetas de sostenibilidad que no se basen en sistemas de certificación aprobados o establecidos por las autoridades públicas; afirmaciones de durabilidad en términos de tiempo o intensidad de uso en condiciones normales, si no están demostradas; incitar al consumidor a sustituir los consumibles, como los cartuchos de tinta de la impresora, antes de lo estrictamente necesario; presentar las actualizaciones de software como necesarias aunque sólo mejoren las características de funcionalidad; presentar los productos como reparables cuando no lo son.
Nueva etiqueta armonizada para destacar los productos con garantía ampliada
Los eurodiputados insistieron con éxito en hacer más visible la información sobre la garantía, ya que mucha gente no sabe que todos los bienes gozan de al menos dos años de garantía en la UE. La Comisión también se encargará de diseñar una nueva etiqueta para los productores que deseen destacar la calidad de sus productos ampliando gratuitamente el periodo de garantía.
Próximos pasos
Para convertirse en ley, el acuerdo provisional tendrá que recibir ahora el visto bueno definitivo tanto del Parlamento como del Consejo. Se espera que la votación de los eurodiputados tenga lugar en noviembre. Cuando la directiva entre en vigor, los Estados miembros tendrán 24 meses para incorporar las nuevas normas a su legislación.