La Junta de Gobierno municipal ha dado hoy luz verde al proyecto de la Estrategia de Residuos, bajo la premisa de que cuantos menos residuos se generen, mejor medio ambiente urbano se tendrá en la ciudad. Esta Estrategia está alineada con todos los principios que reúne Madrid 360 e incluye un abanico de acciones que acelerarán la transformación de la capital en una ciudad impulsora de la economía circular en la Unión Europea.
A partir de ahora, la Estrategia se someterá a información pública durante un plazo de 45 días hábiles, según ha informado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, afrontando así el texto desde hoy su antepenúltimo trámite antes de que sea definitivo.
Una vez recogidas las observaciones que realicen las diferentes entidades sociales y ciudadanos en el trámite de participación, se elaborará una nueva versión para remitirla a la Comunidad de Madrid y obtener la Declaración Ambiental Estratégica favorable. A partir de ahí, regresará de nuevo a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento para su visto bueno definitivo.
Esta Estrategia, elaborada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, se ha configurado teniendo en cuenta que Madrid se enfrenta a tres grandes retos para mejorar su gestión y reducción de residuos en vertedero. Por un lado, ha de poner todas las medidas necesarias para cumplir con los objetivos de gestión de residuos que marca Europa en este ámbito para el horizonte 2025 y 2030; en segundo lugar, convertir esta gestión en un eje adicional de sostenibilidad de la ciudad, aplicando mejoras en el tratamiento y la reducción de residuos; y, por último, prepararse para ser una ciudad impulsora de la economía circular.
El reto de la correcta separación de los residuos
Madrid aún tiene un gran reto en materia de separación de residuos en origen. Los servicios municipales del Ayuntamiento de Madrid recogieron en 2022 un total de 1.338.674 toneladas de residuos procedentes de los 407 kilos anuales de desechos que genera cada madrileño (1,1 al día).
En la capital, se recogen anualmente de forma selectiva fracciones como los biorresiduos generados en los hogares y comercios, envases, papel-cartón, vidrio, textil o aceite usado, además de llevar a cabo recogidas separadas específicas como muebles y enseres o residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En total, el 44,1 % de los residuos municipales (590.928 toneladas) se recogen de forma selectiva frente al 55,9 % (747.746 toneladas) que suponen los residuos no separados en origen.
De este 55,9 %, el 8,5 % (114.220 t) corresponde a limpieza y el 47,4 % (633.526 t) a los residuos de la fracción resto que se depositan en el contenedor de tapa naranja. Respecto a estos últimos, los residuos de la fracción resto, cerca del 80 % son ‘impropios’, es decir, residuos que se deberían haber depositado en alguno de los contenedores de recogida separada: materia orgánica (el 35,5 %), papel, envases o textiles, entre otros materiales.
La Ley 7/2022 de residuos, prevé un objetivo para el año 2035 de recogida separada del 50 % de los residuos domésticos y comerciales generados, y la Estrategia prevé el cumplimiento de este objetivo del 50 % para el año 2025, y en el año 2035 la previsión es estar por encima del 60 %.
El reto del tratamiento de residuos
La Estrategia de Residuos de Madrid plantea una hoja de ruta que dará cumplimiento a los objetivos comunitarios de gestión de residuos domésticos y comerciales para situar a la capital en la senda del cumplimiento de la legislación europea en 2030 y 2035. Las metas fundamentales en materia de gestión de residuos exigen un progresivo aumento de la separación en origen y una progresiva reducción del vertido: hay que reciclar el 55 % de estos residuos en 2025, el 60 % en 2030 y el 65 % en 2035.
En el año 2022, se reciclaron el 38 % de los residuos domésticos gestionados por la vía municipal, el 51 % si se incluyen los gestionados por la vía privada (residuos comerciales que se entregan directamente a gestores de residuos).
Respecto al objetivo de vertido, se marca un máximo de residuos municipales depositados en vertedero del 40 % en 2025, del 20 % en 2030 y del 10 % en 2035 sobre el total de los residuos municipales generados. En el año 2022, el 42 % de los residuos domésticos y comerciales gestionados por la vía municipal fueron a vertedero, el 33 % si se incluyen los residuos comerciales gestionados por la vía privada.
Un nuevo modelo de gestión realista y eficiente
El modelo de gestión que adopta la estrategia municipal es el más realista y eficiente para reducir los residuos generados en la capital, aprovechar al máximo los que se continúen produciendo y generar el menor impacto sobre el medio ambiente, cumpliendo los exigentes objetivos marcados por la legislación. Se propone incrementar la eficiencia de las infraestructuras, utilizando las mejores técnicas disponibles y actuando sobre todos los flujos de residuos.
Este modelo se centra en reducir el depósito de residuos en vertedero, proponiendo mantener la actual capacidad de valorización energética de Las Lomas hasta que se apliquen otras medidas o tecnologías que permitan incrementar la valorización material (o reciclaje) de los residuos.
La Estrategia plantea una reducción del 15 % de la generación de residuos municipales en 2030 respecto a 2010 y el incremento en la cantidad de residuos preparados para ser reutilizados y reciclados hasta el 60 % en 2030 mediante el aumento de las cantidades de residuos recogidos selectivamente y las mejoras técnicas que se incorporen en las instalaciones de tratamiento. También limitará el vertido en el año 2030 al 20 % del total de los residuos municipales generados y contribuirá a alcanzar el objetivo del 70 % de envases reciclados, así como a reducir el despilfarro de los residuos alimenticios.
Un programa de gestión obligatorio por ley
Todas las ciudades de más de 5.000 habitantes precisan de un programa de gestión de residuos para dar cumplimiento a la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
La anterior estrategia de residuos, aprobada el 16 de mayo de 2019, fue declarada nula de pleno de derecho por los tribunales al no haberse llevado a cabo el procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica.