Cemex y Griñó convierten en combustible la basura marina

Cada año millones de toneladas de residuos acaban en los océanos, contaminando las costas y destruyendo los ecosistemas marinos. Los pescadores que salen a faenar cada día se encuentran en sus redes objetos que han acabado en el mar fruto de las corrientes pluviales, vertidos o prácticas irresponsables. Ambas compañías, Griñó y Cemex, conscientes del problema medioambiental que supone que esta basura acabe en el Mediterráneo, se han aliado para retirar la basura que traen los barcos pesqueros, procesarla y convertirla en combustible para los hornos de la cementera de Cemex en Alcanar (Tarragona).  

Para cumplir este cometido se han instalado puntos de recogida de residuos marinos en el puerto de Alcanar y otros de la Comunidad. Los pescadores, cuando llegan a tierra, los depositan allí y semanalmente Griñó los recoge, recicla, separa y procesa, convirtiéndolos en combustible los que no se pueden reciclar. Cemex, por su parte, utiliza los residuos procesados como combustible de sustitución, evitando el consumo de combustibles fósiles.   

Los pescadores de Alcanar y de otros puertos de la costa catalana, junto a Cemex y Griñó, colaboran para hacer frente al grave problema de contaminación del Mediterráneo con una solución beneficiosa para todos. Los residuos, normalmente plásticos, papel, textiles, madera, neumáticos o basura que puede ser arrastrada por las corrientes pluviales, nunca debieron acabar en el mar y por ello, retirarlos y encontrar un uso para ellos es crucial para el mantenimiento de los ecosistemas marinos y con ello el futuro de la pesca.  De esta forma se resuelve el problema sin crear otro añadido, pues se aprovecha todo lo que no puede tener más destino que el depósito en vertedero.

La energía que se consigue de las basuras recogidas del mar se emplea para fabricar la gama de productos Vertua®, cementos bajos en emisiones de CO2. “Fabricar cementos verdes con combustible derivado de residuos retirados del mar es beneficioso para la construcción del futuro, para la sociedad, para el planeta y para los océanos” ha señalado Cecilia Berganza, gerente de Procesos y Combustibles alternativos de Cemex.

“Con esta alianza todos salimos beneficiados”, añade Albert  Mateu director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Griñó “Nosotros recogemos semanalmente estos residuos de un contenedor especial situado en los puertos, los llevamos a nuestra planta de Constantí (Tarragona), los separamos buscando prioritariamente su reciclaje y reutilización y cuando no pueden ser reutilizados, los procesamos y convertimos en parte de la energía que consume Cemex en su planta de Alcanar como combustible de sustitución”.

Cemex se encuentra inmersa en una ambiciosa y exigente estrategia de descarbonización de su negocio, Futuro en Acción, que tiene como meta alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2050 a través de una detallada hoja de ruta con el foco puesto en 6 pilares:  Productos y Soluciones sostenibles, Descarbonización de las operaciones, Economía Circular, Agua y Biodiversidad, Innovación y Alianzas y Promoción de una Economía Verde.

Griñó vertebra su gestión sobre dos palancas fundamentales: en primer lugar, la transformación del residuo en un recurso y, de forma paralela, la promoción de una transición hacia una sociedad neutra en carbono para generar valor a largo plazo. Dos palancas para hacer frente a los retos ambientales y sociales que presenta el cambio climático y que requieren respuestas efectivas afrontadas desde múltiples frentes y desde las que se trabaja para incorporar los principios de la economía circular, pilar fundamental de su modelo de negocio, en todos sus procesos, productos y servicios. Todo ello impulsado por una apuesta por la tecnología y la innovación, aprovechando los recursos que aporta el desarrollo tecnológico para integrarlos en sus procesos.