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La eficiencia energética se ha convertido en una asignatura obligatoria para todo el mundo. La buscamos en nuestros hogares para ahorrar en la factura de la luz, pero también la debemos perseguir en nuestras comunidades de vecinos para conseguir un mayor ahorro en la factura de la luz y un menor impacto ambiental.
Juntos, podemos conseguir cambios increíbles en nuestro consumo energético y esto, a su vez, ayudar al mundo en el que vivimos. Pero, ¿cómo hacerlo y por qué es tan importante? Vamos a abordar los grandes retos de abrazar la máxima eficiencia energética en una comunidad, pero también las mejores formas de hacerlo y las ventajas que esto otorga.
Antes de entrar a ver la forma de maximizar la eficiencia, es importante destacar por qué es tan importante ponerse manos a la obra en una comunidad de vecinos.
En primer lugar, la energía que consumimos tiene un coste y, cuanto más eficiente sea su uso, menos dinero tendremos que gastar en ella. Además, la eficiencia energética también ayuda a reducir las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes, dado que se necesita menos energía en general para funcionar y, por lo tanto, se disminuye la demanda en las centrales y principales proveedores, algo crucial para el cuidado del medio ambiente.
¿Y qué tiene que ver esto con una comunidad? ¿Qué se puede hacer? Debemos tener en cuenta que en toda comunidad de vecinos existen zonas comunes como el parking, los ascensores o las zonas ajardinadas, que son responsabilidad de todos los vecinos y, por tanto, es importante que todos colaboren en su mantenimiento y eficiencia energética.
Además de mejorar las instalaciones para conseguir un mejor aislamiento térmico y sonoro, lo que permite ahorrar por ejemplo en climatizadores, estas son las mejores formas de hacer que tu comunidad de vecinos sea más energéticamente eficiente:
Uno de los principales gastos de energía en las comunidades de vecinos es la iluminación. Existen soluciones para mejorar su eficiencia energética. Por ejemplo, instalar proyectos de iluminación eficientes con luces LED lo que permite un ahorro de energía considerable. Además, es importante optar por una buena distribución de la luz para que esta llegue a todas las zonas necesarias. Si se hace un estudio eficiente, el ahorro energético puede ser igual o incluso superior al 50%.
Otra solución para reducir el consumo energético es la instalación de detectores de movimiento para iluminación en las zonas comunes. Estos dispositivos permiten que las luces se enciendan automáticamente cuando se detecta movimiento, y se apaguen cuando no hay nadie presente. De esta forma, se evita que las luces estén encendidas innecesariamente, lo que puede llegar a suponer un ahorro de hasta el 30% en la factura de la luz.
Y no solo eso. Al no depender del tiempo, o de que alguien apague o encienda manualmente, también contribuyen a prolongar la vida útil de las bombillas, lo que a su vez redunda en un menor gasto energético. Todo suma.
Todo lo dicho hasta ahora es importante, pero más importante es destacar que la colaboración entre vecinos es fundamental. Se pueden llevar a cabo reuniones informativas en las que se explique la importancia de la eficiencia energética y se propongan medidas concretas para mejorarla, o incluso establecer acuerdos y compromisos de ahorro energético entre los vecinos para que todos colaboren.
Por ejemplo, se pueden establecer horarios para el uso de las zonas comunes, apagar las luces cuando no se estén utilizando y fomentar el uso de transportes sostenibles entre los vecinos. Estos pequeños gestos pueden marcar la diferencia y conseguir grandes cambios en la eficiencia energética de la comunidad de vecinos.
Los beneficios de mejorar la eficiencia energética en la comunidad de vecinos son muchos y muy variados. En primer lugar, está el ahorro económico que supone para todos ya que, cuanta menos energía consumamos, menos dinero tendremos que invertir en nuestras facturas de luz y gas.
Por otra parte, la eficiencia energética también contribuye a cuidar el medio ambiente y reducir nuestra huella de carbono. Ayudamos a crear un entorno más sostenible y saludable para todos casi sin esfuerzo. Y eso, por no habrlar del aumento del confort y bienestar de los vecinos.
¿Por qué se consigue esto? Porque, al mejorar la iluminación, el aislamiento térmico o el sistema de climatización, se consigue una mayor comodidad en las viviendas y se reduce la contaminación acústica y lumínica en el entorno.
Por último, pero no menos importante, la mejora de la eficiencia energética en la comunidad de vecinos también puede aumentar el valor de las propiedades. Al ser un factor cada vez más importante para los compradores, las viviendas que cuenten con un alto nivel de eficiencia energética pueden ser más valoradas en el mercado inmobiliario.
En definitiva, es algo que ayuda a cada familia, a cada calle y, a la larga, al planeta en sí mismo. Por todo esto, tu comunidad de vecinos debe abrazar la eficiencia energética cuanto antes.