Empresas Premium
Esta iniciativa, liderada por Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, fomenta la economía circular y plantea un modelo de energía y transporte verde en el área metropolitana de Barcelona gracias al uso de biometano generado a partir de lodos de depuradora para alimentar un autobús. Aigües de Barcelona, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) participan en el proyecto, que acaba de empezar las pruebas a escala piloto para validar las tecnologías desarrolladas.
El consorcio del proyecto europeo LIFE NIMBUS ha celebrado hoy la puesta en marcha de la planta de producción de biometano a partir de lodos de depuradora, que alimentará un autobús público en el área metropolitana de Barcelona. Este autobús, parte de la flota de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), será el primero en funcionar con biometano obtenido a partir de los lodos de las aguas residuales y reducirá en más de un 85% su huella de carbono gracias al uso de un combustible de alta calidad y de origen renovable, neutro en emisiones.
En Europa, el sector del transporte consume alrededor del 30% del total de energía. Sin embargo, únicamente menos del 10% de los combustibles utilizados para el transporte son renovables. Ante esta situación, la Unión Europea tiene como objetivo elevar esta cifra hasta superar el 30% para 2030. LIFE NIMBUS, un proyecto de investigación cofinanciado por la Comisión Europea y enmarcado en el Programa LIFE, pretende impulsar un transporte más sostenible a través de la economía circular. Esta iniciativa se alinea con la Hoja de Ruta del Biogás, aprobada en España en 2022, que identifica los retos y oportunidades del desarrollo de este gas de origen renovable y plantea cuadruplicar su producción nacional hasta 2030.
Durante el acto de inauguración, se ha destacado la importancia de la investigación y la colaboración entre los sectores público y privado para proporcionar soluciones que permitan descarbonizar el transporte. En este sentido, el director general de Aigües de Barcelona, Rubén Ruiz, ha insistido en la “necesidad de impulsar la innovación a través de las alianzas y la colaboración público-privada con el fin de dar respuesta a los principales retos derivados de la emergencia climática”. “Proyectos de valorización de residuos para promover la movilidad sostenible de las ciudades son necesarios para lograr una transformación ecológica de nuestro entorno y constituyen un ejemplo claro de nuestra apuesta por un modelo respetuoso con el medio ambiente, basado en la economía circular y el desarrollo sostenible”, ha añadido Rubén Ruiz. Por su parte, el director general de Cetaqua, Carlos Montero, ha insistido en la “importancia de involucrar al usuario final en el proyecto desde la fase de ideación y asegurar su seguimiento e involucración en el desarrollo de éste”. Gracias a esto, Carlos Montero ha señalado que “conseguimos que la transferencia de los resultados sea más ágil”.
El rector de la Universitat Autònoma de Barcelona, Javier Lafuente, ha destacado cómo la puesta en marcha de la planta es un “buen ejemplo de transferencia del conocimiento generado en los laboratorios para la mejora de la sociedad, una de las misiones de la Universidad. La UAB participa en la producción de biometano a partir de hidrógeno mediante sistemas biológicos, que son mucho más sostenibles que los convencionales. Además, el proyecto demuestra por primera vez la producción bioelectroquímica de hidrógeno a escala piloto a partir de aguas residuales, con resultados muy esperanzadores a nivel de laboratorio. Esta tecnología se enmarca perfectamente en el cambio de paradigma actual en el que el tratamiento de aguas debe convertirse en una oportunidad para recuperar recursos, tanto materiales como energéticos”.
El consejero delegado de TMB, Gerardo Lertxundi, ha hecho un reconocimiento a todo el equipo de TMB que ha hecho posible que este proyecto sea una realidad, destacando que “es un proyecto sostenible de economía circular y con el que desde TMB estamos totalmente comprometidos” y ha señalado que “es un proyecto estratégico para TMB y esperamos que tenga continuidad para poder utilizar biometano de forma masiva”.
Un impulso a las ecofactorías para promover la economía circular
LIFE NIMBUS ha permitido el diseño y la construcción de una planta de demostración de metanación biológica en la ecofactoría del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona. Esta iniciativa es una muestra más de la apuesta por la innovación y la sostenibilidad de Agbar, que impulsa el concepto de ecofactoría como solución para promover la economía circular y reducir el impacto ambiental.
La ecofactoría convierte la tradicional planta depuradora en una instalación generadora de recursos de valor. En este caso, los lodos de la depuradora serán utilizados como combustible gas para impulsar el transporte verde en el área metropolitana de Barcelona, fomentando que la ciudad se acerque a la neutralidad climática propuesta para 2050.
“Esta iniciativa pone a prueba diversas tecnologías, centradas en la producción de biometano, un combustible de alta calidad y renovable. Además, LIFE NIMBUS promueve la tecnología power-to-gas para almacenar los excedentes de las energías renovables. En el marco del proyecto se ha contemplado únicamente la puesta en funcionamiento de un autobús alimentado por biometano, pero según los resultados obtenidos, las operaciones se podrán escalar a mayor volumen”, señala Oriol Casal, Project Manager del proyecto LIFE NIMBUS en Cetaqua.
Un ejemplo de colaboración público-privada para un transporte urbano más sostenible
Este proyecto, cuyo acrónimo responde a Non-IMpact BUS (bus sin impacto, en inglés) y que plantea un modelo de energía y transporte verde en Barcelona, está liderado por Cetaqua, el Centro Tecnológico del Agua, y cuenta con la participación de Aigües de Barcelona, gestora de la EDAR del Baix Llobregat; Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que ha aportado un autobús de su flota con una ruta diaria de 100 km, y el grupo de investigación GENOCOV de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), responsables del diseño, la construcción y el desarrollo de la tecnología bioelectroquímica (BES), que permite la producción de hidrógeno de forma más eficiente, empleando menos electricidad. El proyecto cuenta también con el apoyo del Área Metropolitana de Barcelona.