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En la imagen, de izquierda a derecha, la gerente de Cogersa, Paz Orviz; el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la directora técnica de Cogersa, Beatriz García.
El presidente del Principado anunciaba ayer que la nueva planta de Cogersa para el tratamiento de los residuos domésticos mezclados superará los 62,5 millones de inversión y comenzará a funcionar en pruebas en junio. “El esfuerzo en obra civil, tecnología y maquinaria de esta obra es un ejemplo de modernización, de adaptación al cambio legislativo y a las nuevas demandas de una sociedad cada vez más preocupada por el medio ambiente”, ha asegurado.
Adrián Barbón visitó los trabajos que se desarrollan en Serín junto con el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, y la viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Paz Orviz. Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo ha recordado que las nuevas exigencias normativas establecen que en 2025 el porcentaje de residuos municipales reciclados debe alcanzar el 55%, un porcentaje que Asturias no podría asumir sin la nueva planta de tratamiento.
“Pasaremos a un nuevo modelo en el que el depósito directo en vertedero desaparece y en el que se recuperarán anualmente 73.500 toneladas de materiales adicionales, que se sumarán a las 102.000 separadas en año pasado en los hogares de Asturias y destinadas por Cogersa a sus otras plantas de reciclaje. Estamos hablando de un incremento estimado del 42% en la recuperación de materiales”, ha subrayado.
También ha precisado que en la nueva planta se fabricarán entre 140.00 y 160.000 toneladas anuales de combustible sólido recuperado, un material con grandes opciones de aprovechamiento energético en la industria, así como otras 44.000 de material orgánico bioestabilizado, que se podría utilizar en restauración ambiental. Igualmente, se recuperarán cerca de 7.400 toneladas al año de residuos voluminosos e industriales no peligrosos, asimilables a los urbanos.
A su juicio, la economía circular tendrá una función clave en el nuevo modelo económico de Asturias, “que será sostenible, hipocarbónico, eficiente en el uso de recursos, digital y competitivo”. Dentro de ese nuevo paradigma, Cogersa tendrá “un papel central” para avanzar hacia una comunidad “más digital, más verde, más solidaria y más circular”.
Barbón ha insistido en que para culminar este proceso hará falta algo más que dinero: “Será necesario emplear toda la audacia posible en innovar, en sumar esfuerzos y en buscar soluciones viables y sostenibles”.