La reutilización del naranjo
La valorización de las naranjas procedentes del viario público supone un ejemplo de economía circular y una apuesta por la mitigación del cambio climático de un servicio clave en una ciudad como el de abastecimiento y saneamiento de aguas.
La gestión de las naranjas en las EDAR conlleva su aprovechamiento para la producción de gas y la generación de energía eléctrica en el proceso más costoso energéticamente en el ciclo urbano del agua (depuración).
El material que no puede ser valorizado mediante codigestión (cáscara) se destina a compostaje, cerrando de esta forma el ciclo del carbono, devolviendo éste al suelo.