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La Comisión Europea publica los Actos Delegados que regulan el hidrógeno renovable en Europa. Estos nuevos documentos rellenan los vacíos legales de la Directiva de Energías Renovables de 2018 y permitirán desbloquear inversiones en hidrógeno verde que estaban paradas por la falta de marco regulatorio. Francia logra que la electricidad procedente de energía nuclear se incluya dentro de las energías aceptadas para generar combustibles renovables de origen no biológico RFNBO (por sus siglas en inglés).
La Comisión adoptó dos actos habilitadores exigidos por la Directiva sobre energías renovables y propone normas detalladas para explicar en qué constituye hidrógeno renovable en la UE. Las propuestas legislativas forman parte del amplio marco del hidrógeno de la UE, que incluye inversiones en infraestructura energética y normas de apoyo estatal, así como objetivos legislativos para el hidrógeno renovable en los sectores industrial y de transporte. Garantizarán que todos los combustibles líquidos o gaseosos renovables no biológicos se produzcan a partir de electricidad renovable. Las dos leyes están vinculadas y son necesarias para que el combustible cuente para los objetivos de energía renovable de los Estados miembros. Brindarán a los inversores certeza regulatoria, ya que la UE tiene como objetivo producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable a nivel nacional bajo el esquema REPowerEU.
El primer Acto Delegado define en qué condiciones el hidrógeno, los combustibles basados en hidrógeno u otros vectores energéticos pueden considerarse carburantes líquidos o gaseosos renovables de origen no biológico. La Ley aclara el principio de «adicionalidad» para el hidrógeno establecido en la Directiva sobre fuentes de energía renovables de la UE: los electrolizadores para producir hidrógeno tendrán que estar conectados a nueva producción de electricidad renovable. Este principio tiene por objeto garantizar que la generación de hidrógeno renovable incentive un aumento del volumen de energía renovable disponible para la red respecto al que ya existe. De este modo, la producción de hidrógeno apoyará la descarbonización y complementará los esfuerzos de electrificación, evitando al mismo tiempo la presión sobre la generación de electricidad.
Aunque la demanda inicial de electricidad para la producción de hidrógeno será insignificante, aumentará de aquí a 2030 con el despliegue masivo de electrolizadores a gran escala. La Comisión estima que se necesitan alrededor de 500 TWh de electricidad renovable para cumplir la aspiración de REPowerEU para 2030 de producir diez millones de toneladas de carburantes líquidos o gaseosos renovables de origen no biológico. La aspiración de diez millones de toneladas en 2030 corresponde al 14 % del consumo total de electricidad de la UE y está reflejada en la propuesta de la Comisión de aumentar el objetivo para las renovables hasta el 45 % para 2030.
El Acto Delegado establece diferentes maneras en que los productores pueden demostrar que la electricidad renovable utilizada para la producción de hidrógeno cumple las normas de adicionalidad. También introduce criterios para garantizar que solo se producirá hidrógeno renovable cuando se disponga de suficiente energía renovable local (lo que se conoce como correlación temporal y geográfica).
Para tener en cuenta los compromisos de inversión existentes y permitir que el sector se adapte al nuevo marco, las normas se introducirán gradualmente y se diseñarán para ir siendo más estrictas con el tiempo. En concreto, las normas prevén una fase de transición de los requisitos sobre «adicionalidad» para los proyectos de hidrógeno que comiencen a funcionar antes del 1 de enero de 2028. Este período de transición corresponde al período en el que los electrolizadores se desarrollan y salen al mercado. Además, los productores de hidrógeno podrán ajustar su producción de hidrógeno a las energías renovables que tengan contratadas mensualmente hasta el 1 de enero de 2030. No obstante, los Estados miembros tendrán la opción de introducir normas más estrictas sobre la correlación temporal a partir del 1 de julio de 2027.
Los requisitos para la producción de hidrógeno renovable se aplicarán tanto a los productores nacionales como a los productores de terceros países que deseen exportar hidrógeno renovable a la UE para contabilizarlo a efectos de los objetivos de la Unión en materia de energías renovables. Un sistema de certificación basado en regímenes voluntarios garantizará que los productores, tanto en la UE como en terceros países, puedan demostrar de manera fácil su conformidad con el marco de la UE y comerciar con hidrógeno renovable dentro del mercado único.
El segundo Acto Delegado establece una metodología para calcular las emisiones de gases de efecto invernadero durante el ciclo de vida de los carburantes líquidos o gaseosos renovables de origen no biológico. La metodología tiene en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el ciclo de vida de los carburantes, incluidas las emisiones desde la fuente, las emisiones asociadas a la toma de electricidad de la red, las debidas a la transformación y las relacionadas con el transporte de estos carburantes al consumidor final. También aclara cómo calcular las emisiones de gases de efecto invernadero del hidrógeno renovable o sus derivados en caso de que este se produzca conjuntamente en una instalación que produce combustibles fósiles.
Tras la adopción del día, los Actos se transmitirán al Parlamento Europeo y al Consejo, que disponen de dos meses para examinarlos y aceptar o rechazar las propuestas. A petición suya, el período de control puede ampliarse en dos meses más. Ni el Parlamento ni el Consejo tienen la posibilidad de modificar las propuestas.
En 2020, la Comisión adoptó una Estrategia del Hidrógeno que establece una visión para la creación de un ecosistema europeo del hidrógeno, desde la investigación y la innovación hasta la producción y las infraestructuras, y el desarrollo de normas y mercados internacionales. Se espera que el hidrógeno desempeñe un papel importante en la descarbonización de la industria y el transporte pesado en Europa y en todo el mundo. Como parte del paquete de medidas «Objetivo 55», la Comisión ha introducido varios incentivos para su adopción, incluidos objetivos obligatorios para los sectores de la industria y el transporte.
El hidrógeno también es un pilar clave del Plan REPowerEU para apartarnos de los combustibles fósiles rusos. La Comisión ha esbozado el concepto de «acelerador del hidrógeno» para intensificar la implantación del hidrógeno renovable. En particular, el Plan REPowerEU tiene como objetivo que la UE produzca diez millones de toneladas e importe diez millones de toneladas de hidrógeno renovable de aquí a 2030.
Además del marco regulador, la Comisión también apoya la creación del sector del hidrógeno en la UE a través de proyectos importantes de interés común europeo (PIICE). El primer PIICE, denominado «PIICE Hy2Tech», que comprende cuarenta y un proyectos y fue aprobado en julio de 2022, tiene por objeto desarrollar tecnologías innovadoras para la cadena de valor del hidrógeno a fin de descarbonizar los procesos industriales y el sector de la movilidad, centrándose en los usuarios finales. En septiembre de 2022, la Comisión aprobó el «PIICE Hy2Use», un segundo proyecto que complementa el PIICE Hy2Tech y que facilitará la construcción de infraestructuras relacionadas con el hidrógeno y el desarrollo de tecnologías innovadoras y más sostenibles para la integración del hidrógeno en el sector industrial.
Para las plantas de producción de RFNBO que estén conectadas a la red y compran la electricidad mediante PPAs, se han relajado los criterios en puntos polémicos, como la correlación temporal, que indica que solo se puede generar la misma cantidad de hidrógeno que electricidad renovable producida en un período determinado. En el borrador final, la correlación ha de ser mensual y a partir de 2030, horaria.
A esta correlación temporal irá unida una correlación geográfica, lo que implica que en una región determinada solo se podrá producir la misma cantidad de hidrógeno que electricidad renovable se haya generado en esa misma zona.
La Comisión también incluye una serie de normas para certificar que la electricidad proveniente de la red es totalmente renovable, como que la instalación de producción de hidrógeno se encuentre en una zona donde la producción renovable superó el 90 % del total contenido en la red durante un año natural.
En el caso de que no se cumpla esta condición, la electricidad seguirá siendo considerada renovable si la intensidad de la emisión de carbono durante su producción fuera inferior a 18 gCO2eq/MJ.
Esto abre la puerta a que el hidrógeno procedente de la energía nuclear sea considerado verde; una excepción por la que Francia —gran productor de energía nuclear— llevaba tiempo presionando.
“Una normativa imperfecta es mejor que una ausencia de normativa”, concede el director de Hydrogen Europe, Jorgo Chatzimarkakis, que destaca en una nota de prensa de la entidad que por fin existe “más seguridad para la industria y los inversores, y Europa puede poner en marcha el mercado del hidrógeno renovable”.
Los actos delegados llegan en un momento crítico, con Estados Unidos atrayendo la inversión mundial a su mercado nacional de hidrógeno gracias a medidas como los créditos fiscales a la producción contenidos dentro de su Ley de Reducción de la Inflación.
“Una legislación clara y un sistema de certificación fiable es fundamental para que el mercado de hidrógeno renovable se desarrolle y establezca en Europa”, explica la Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson. “Estos actos delegados proporcionan a los inversores una seguridad jurídica muy necesaria, e impulsarán aún más el liderazgo industrial de la UE en el sector verde”.