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El grupo de Medio Ambiente de Aeversu (Asociación Española de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos) en el que están representados miembros de los departamentos técnicos de las distintas plantas adscritas a esta organización, se reunieron la semana pasada en las dependencias de Sogama, en Cerceda, para poner en común las mejoras introducidas por cada instalación a nivel ambiental con el fin de reducir, todavía más, sus niveles de emisión, situados ya muy por debajo de los límites legales.
Pedro Alcázar Arévalo, jefe de Control Técnico y Económico, Calidad y Medio Ambiente de Sogama, ha sido el encargado de organizar y coordinar este encuentro, que ha tenido una duración de dos días, dedicando una de las jornadas a visitar las distintas instalaciones que conforman el Complejo Medioambiental de Cerceda, por las que discurre la gestión de dos de las fracciones de residuos que se encuentran bajo la competencia de Sogama, esto es, bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks depositados en el contenedor amarillo), que la empresa separa mecánicamente por tipos de material en una planta de clasificación para ser remitidos a los centros recicladores; y bolsa negra (fracción resto introducida en el contenedor convencional), de la que segrega la parte reciclable, derivándola a la industria transformadora para su conversión en nuevas materias primas, sometiendo la no reciclable a valorización energética.
Actualmente, y según datos de Aeversu, las 12 plantas WtE adscritas a esta asociación tratan, de media, 2.300.000 t/año de residuos no reciclables y producen en torno a 1.600.000 MWh de energía. Por su parte, la Sociedade Galega do Medio Ambiente genera la electricidad equivalente al consumo energético del 12% de los hogares gallegos.
Asimismo, la Asociación asegura que, si los residuos que se entierran en vertedero en España (11,8 millones de toneladas- 53,4% de los RU generados-, siendo responsables del 4% de las emisiones GEI -Gases de Efecto Invernadero-), se valorizasen energéticamente, se cubrirían las necesidades energéticas de 2,25 millones de hogares, es decir, el consumo de 5,5 millones de personas.
MEJORA CONTINUA y FIRME COMPROMISO AMBIENTAL
Al igual que había hecho con el grupo de Operación y Mantenimiento de Aeversu, que se reunió en Sogama a principios del pasado mes de octubre, el presidente de esta empresa pública, Javier Domínguez, acompañado en esta ocasión por la nueva directora general, Mirta Sueiro, tuvo un breve encuentro con los integrantes del grupo de Medio Ambiente para animarles a seguir indagando en las mejores tecnologías y en los mejores procedimientos para que las plantas de valorización energética, que en estos momentos son las infraestructuras más vigiladas medioambientalmente y sobre las que pesa una rigurosa legislación, mucho más estricta que la que rige para otras industrias, sigan manteniendo sus estándares de excelencia y continúen avanzando en la búsqueda de nuevas herramientas de control ambiental.
Forman parte de Aeversu, además de Sogama, las siguientes plantas de valorización energética: Tersa (Sant Adriá de Besós, en Barcelona), Trargisa (Girona), UTE TEM (Mataró), Sirusa (Tarragona); Tirme (Mallorca); Zabalgarbi (Bilbao); Remesa (Melilla); TirCantabria (Cantabria); Ekondakin Energía y Medio Ambiente (Gipuzkoa) y CTRASA (Andorra).