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El Gas Natural Licuado ha desplazado al gas natural en las importaciones españolas, lo que podría generar una nueva dependencia energética en el suministro de gas. Esta nueva tendencia arrancó en junio de 2021, en el marco de la crisis entre Marruecos, Argelia y España, y se hizo constante a partir de noviembre, mes en el que se cerró el gasoducto Magreb-Europa a raíz de la crisis con Marruecos y Argelia. Este movimiento ha puesto en evidencia el impacto de la política exterior en la política energética, ya que España, desde entonces, ha aumentado las importaciones de gas procedente de Estados Unidos.
Así se extrae del informe sobre el suministro de gas en España elaborado por el Foro Industria y Energía (FIE), cuyo objetivo es poner en contexto la actual situación gasista en España, además de dar a conocer cambios y tendencias en el suministro.
Según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) correspondientes a abril de 2022, del total de gas recibido por España, el 30,8% procede de EE.UU, el 23,4% de Argelia y el 16,9% de Nigeria. El informe apunta que es necesario trabajar por la diversificación de rutas y de suministro energético y alerta de que podría estarse creando una nueva dependencia energética con Estados Unidos, lo que supondría mantener la misma situación que se tenía previamente con Argelia pero cambiando de país suministrador. Esta nueva dependencia podría dejar a España en una posición de mayor vulnerabilidad en un contexto internacional volátil.
A su vez, el texto señala que sería necesario aprovechar las dinámicas a nivel europeo para reforzar la capacidad exportadora de España a través de inversiones en infraestructuras y de la mejora de las relaciones con Argelia.
Una potencia exportadora limitada por las interconexiones
El informe apunta que España cuenta con 6 regasificadoras y representa la mayor red de gas europea, con un 35% de la capacidad total de almacenaje de la UE. Sin embargo, dispone de pocas conexiones para exportar gas al resto de Europa, lo que limita su potencia exportadora.
Además de su capacidad de almacenaje, el informe destaca las ventajas geoestratégicas de las que dispone España, que puede recibir gas desde el mar y a través de gasoducto, lo que la sitúa en una posición preponderante con respecto a África. Además de la marítima, España cuenta con dos vías directas con el Magreb: los gasoductos Medgaz y Magreb Europa, este último paralizado debido a las discrepancias entre Marruecos y Argelia. El informe señala la importancia de hacer frente a estos contratiempos a través de la acción política, con el plan europeo REPowerEU como herramienta fundamental de apoyo.
REPowerEU: hoja de ruta para la independencia energética
El informe apunta que el REPowerEU, un plan presentado por la Comisión Europea para trabajar por la independencia energética, es una oportunidad para rebajar las tensiones y trabajar en el diálogo energético. Entre sus prioridades se encuentra retomar el diálogo con Argelia, diversificar rutas e incrementar las interconexiones gasistas, en especial las de la Península Ibérica.
En España se encuentra el proyecto del Midcat, que recientemente ha vuelto a entrar en el debate político nacional y europeo. El informe señala que este tipo de iniciativas pueden ayudar a que España gane peso en el suministro de gas en Europa, además de facilitar el objetivo comunitario de almacenamiento de gas al 80% de cara a noviembre de 2022.
El REPowerEU llega en un contexto en el que está en peligro la unidad de acción entre Estados miembros. Así, Eduardo Álvarez, coordinador técnico del Foro Industria y Energía y profesor del Departamento de Energía de la Universidad de Oviedo, destaca que “está por ver como la dependencia del gas ruso puede influir en la unidad de acción en la UE. El ejemplo reside en Alemania, país con una alta dependencia del gas ruso que ha anunciado recurrir al carbón para poder sustituir el gas”. Este tipo de acciones suponen un riesgo para los objetivos de climáticos y de descarbonización comunitarios.