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Representantes de diferentes sectores industriales han realizado una radiografía de la industria española durante el evento Industrial Meeting Foment 2022, cuyo lema fue “Hacia una estrategia energética de la industria”, organizado por Foment del Treball. Concretamente, en la mesa “Energía y Competitividad Industrial”, los sectores textil, siderúrgico, químico y papelero pusieron encima de la mesa las dificultades, retos y oportunidades de sus respectivas industrias en esta etapa de transición ecológica.
El debate fue moderado por Albert Concepción, director del Foro Industria y Energía, entidad colaboradora del evento. Concepción invitó a los ponentes a reflexionar sobre la gestión energética de la industria ante el proceso de transición energética. Participaron Joan Roget, presidente de FEDEQUIM; Elisabet Alier, presidenta de ASPAPEL; Juan García-Marquina, director de Energía de CELSA Group, y Josep Maria Mestres, presidente de TEXFOR.
Los ponentes analizaron la situación de sus respectivas industrias y concluyeron que para garantizar la competitividad, empleo y progreso, la industria española necesita una seguridad de suministro energético a un precio competitivo; apostar por tecnologías de presente mientras se da una entrada paulatina de energías renovables; así como un marco regulador estable para poder realizar inversiones a largo plazo y reforzar la colaboración público-privada.
Ante la escalada inflacionista y la crisis energética que pone en jaque la viabilidad de la industria, los representantes reclamaron a la Administración respuestas tanto a corto como a medio y largo plazo. Para la industria, es fundamental que se garantice el suministro energético a unos precios competitivos, como destacó Josep Maria Mestres, presidente de TEXFOR, la patronal del sector textil, que solicitó que se garantice “la certidumbre de que tendremos energía a un precio competitivo: cuanto más sostenible mejor, pero, sobre todo, la certidumbre de tener una energía para ser competitivos”.
Entre otras medidas, los ponentes propusieron reducir el tipo aplicado de la normativa europea para el impuesto especial de hidrocarburos, rebajar el IVA del gas natural o insistir en eliminar los especuladores financieros que han hecho subir los precios de los derechos de emisiones. Por tanto, en un mundo cada vez más interdependiente, “aparecen dificultades y piedras en el camino” como destacó Juan García-Marquina director de Energía de CELSA Group. Para enfrentar esta situación, García-Marquina considera fundamental “la colaboración público-privada para disponer de un precio competitivo, estable, predecible y sostenible”.
Los participantes reafirmaron el compromiso de la industria en la ejecución de los objetivos climáticos, muy especialmente los de descarbonización. Sin embargo, si bien destacaron la importancia de la paulatina entrada de las energías renovables, advirtieron que para satisfacer las necesidades energéticas es fundamental continuar apostando por las tecnologías de presente.
A modo de ejemplo, en el caso de la industria papelera, la presidenta de la patronal que agrupa a las empresas papeleras y del sector de la celulosa, Elisabet Alier destacó la importancia de la cogeneración para garantizar las necesidades térmicas que actualmente la electricidad no puede garantizar a corto o medio plazo: “Hasta que las opciones en renovables sean viables para cubrir las necesidades térmicas, las cogeneraciones basadas en gas deberían seguir siendo un instrumento de competitividad y eficiencia para nuestra industria, apostando también por la biomasa, especialmente para energía térmica. Además, pidió tener a disposición de la industria intensiva “fondos para la inversión en tecnologías en fase de desarrollo: los Fondos Europeos son una herramienta clave”.
Un marco regulatorio estable
Los ponentes pidieron un marco regulatorio estable para poder realizar inversiones a largo plazo. Concretamente, Joan Roget, presidente de la Federación empresarial catalana del sector químico, destacó que “el objetivo es la reducción de CO2, pero hay que asegurar que las medidas que se proponen pueden reducir el CO2”. En este sentido, recordó que “la industria química está invirtiendo en nuevas plantas”, advirtiendo que “la valoración de estas inversiones es a largo plazo y, para ello, la regulación es clave”. En esta línea, la presidenta de ASPAPEL propuso la necesidad de contar con “un marco regulador europeo y nacional adecuado estable para hacer estas inversiones”.
Durante el debate, los representantes de la industria también pusieron de manifiesto la importancia de la colaboración público-privada. El director de Energía de CELSA Group apuntó que en este “proceso de transición ecológica todos los agentes estamos aprendiendo” y ello da lugar a “nuevos modelos de negocio, dificultades y oportunidades”. En este sentido, el sector privado y el público se retroalimentan y puso como ejemplo al Estatuto Electrointensivo, que sienta una base para la colaboración a largo plazo que establece “no solo mecanismos de incentivo sino también obligaciones” a los que atenerse.
Por su parte, Josep Maria Mestres destacó que la “reindustrialización ya había empezado en el sector textil”, donde llevan muchos años reinventándose, y puso como ejemplo la pandemia y las mascarillas. Mestres insistió en la necesidad de ayudas para las pymes del sector que les ayuden a aprovechar las oportunidades de un “sector dinámico” como es el textil que, debido a la actual coyuntura económica y energética, funciona a por debajo de sus posibilidades.
“Nuestra industria está a medio gas por culpa de la crisis energética”, apuntó Mestres. De solventar esta adversidad, el sector podría aprovechar el factor de la “proximidad”, fundamental para evitar la deslocalización de la industria y para no depender de un mercado internacional cada vez más propenso a sufrir crisis de suministros.
Por último, Albert Concepción, director del Foro Industria y Energía, destacó la importancia del ODS 17, objetivo que se centra en la construcción de alianzas para la consecución de objetivos y recordó la importancia de “realizar una reflexión sobre la gestión energética de la industria ante el proceso de transición energética y contar con la participación de todos los agentes implicados”. En la misma línea, Alier destacó la importancia de la colaboración entre las industrias afectadas ya que la “transversalidad da la fuerza”.