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Un pabellón industrial y un tramo vial, ambos emplazados en la región de Aveiro (Portugal), son los primeros resultados visibles de la utilización de residuos generados en la industria de la pulpa y el papel en estructuras prefabricadas de hormigón y en mezclas bituminosas para pavimentación de carreteras en Portugal.
El reto, complejo y ambicioso, surgió como parte del proyecto paperChain y ya se está poniendo en práctica en Ílhavo y Cacia: Utilizar los residuos de la producción de celulosa, como cenizas de barro carbonatado, dregs y grits (residuos granulares) como materias primas secundarias en el sector de la construcción, en base a los principios de la economía circular. El proyecto paperChain incluye a 20 socios de cinco países de la UE comprometidos con el impulso de la circularidad. En Portugal, las entidades involucradas incluyen la Universidad de Aveiro, The Navigator Company, Spral, Megavia, RAIZ Research Institute y el Grupo de Hábitat Sostenible. Llamado «Nuevos nichos de mercado para residuos de la industria del papel y la celulosa basados en estrategias de economía circular», el proyecto lo coordina la empresa Acciona Construcción (España).
El primer caso de aplicación de circularidad en Portugal, en el ámbito del proyecto paperChain, se centra en el uso de cenizas de barro carbonatado como relleno en hormigón prefabricado, a través de la construcción de un pabellón industrial en Ílhavo, en las instalaciones de SPRAL, cuya estructura se ha preparado para ser monitorizada a largo plazo. El segundo caso portugués, centrado en el uso de dregs y grits como áridos finos y relleno en la capa superficial de carreteras, fue implementado en las instalaciones de The Navigator Company en Cacia (Aveiro). Este caso práctico se compone de un tramo de carretera de 250 m en una superficie total de 2800 m², mediante la adición de una mezcla bituminosa de referencia (estándar), y dos mezclas diferentes que contienen dregs y grits en la formulación final. Antes del uso de dregs y grits en la mezcla bituminosa final, los residuos fueron tratados previamente por una empresa de gestión de residuos (Dilumex). Esta sección de carretera está siendo monitoreada hasta febrero de 2021.
Se está llevando a cabo un seguimiento técnico y medioambiental para validar la durabilidad y el rendimiento a largo plazo de estas nuevas soluciones circulares. Las pruebas están siendo realizadas por la Universidad de Aveiro y por el Instituto de Investigación Forestal y Papel RAIZ, un centro de investigación privado, sin ánimo de lucro, reconocido como entidad del Sistema Científico y Tecnológico Nacional portugués y como Centro de Interfaz – Centro de Valorización y Transferencia de Tecnología.
Un proyecto europeo
PaperChain es un proyecto financiado por la Comisión Europea (programa H2020 de investigación e innovación) destinado a contribuir al objetivo de cero residuos y a demostrar el concepto de economía circular. El uso de estos residuos específicos contribuirá a reducir su actual depósito en vertederos, pero también contará con otros beneficios asociados, como la reducción de las emisiones de CO2, a través de la futura sustitución de materias primas naturales, como son los materiales de relleno y los áridos finos.
El proyecto incluye cinco casos de demostración en tres sectores operativos diferentes: construcción, productos químicos y minería. Portugal acoge con satisfacción los casos centrados en estructuras de hormigón prefabricadas y mezclas bituminosas para pavimentación de carreteras, mientras que España prueba las capas de estabilización del suelo en carreteras. En Eslovenia, por otra parte, se está analizando material compuesto para la estabilización de la pendiente. En Suecia se están investigando aplicaciones en los sectores químico y minero, a través de capas de sellado en minas. También en Suecia se produce bioetanol para la producción de productos químicos secundarios.
En Portugal, y una vez definidos los detalles técnicos se ha desarrollado un trabajo conjunto entre las empresas implicadas (NVG, MegaVía y SPRAL) y la Universidad de Aveiro, el proyecto recibió la luz verde de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) para avanzar con los dos proyectos piloto de demostración en julio de 2019. La APA desempeñó un papel fundamental a la hora de permitir proyectos de economía circular en Portugal, como el CCDR-C (Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Centro) en la región central de Portugal, donde se encuentran los demostradores portugueses del proyecto paperChain.