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Se trata del nuevo Renault Zoe, uno de los coches eléctricos más vendidos en Europa este año. El modelo Intens R110 está equipado con una batería de 50 kWh que alimenta el motor eléctrico de 80 kW, teniendo una autonomía de hasta 386 kilómetros.
Es un paso en firme, de una empresa reconocida en el sector por su alto compromiso medioambiental, tal como su propio negocio lo demuestra. La empresa es firmante desde el año 2016 del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la mayor iniciativa de sostenibilidad corporativa que recoge diez Principios universales y apoya los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Los principios están enfocados a cuatro bloques: derechos humanos, estándares laborales, medioambiente y anticorrupción. Los ODS por su parte, hacen un llamamiento a la acción a todos los actores del planeta: gobiernos, sociedad civil y comunidad empresarial.
La incorporación del coche eléctrico a su flota, se hace en el marco del Plan de Movilidad Sostenible adoptado por la empresa el pasado mes de octubre 2019, cuando se añadieron a la flota, los primeros vehículos con tecnología GNC.
Para la empresa, se trata de un plan estratégico enfocado hacia la reducción de la huella de carbón producida por su actividad y la alineación con los ODS, en este caso el ODS7 Energía asequible y no contaminante. A través del ODS7, se persigue garantizar el acceso universal a servicios de energía asequibles, confiables y modernos, aumentar sustancialmente el porcentaje de la energía renovable y mejorar la tasa de eficiencia energética, entre otros.
Todas las empresas, independientemente de su sector y tamaño, pueden contribuir a este Objetivo utilizando fuentes de energía limpia o invirtiendo en tecnologías que mejoren la eficiencia energética y reduzcan su huella de carbono.
El uso de vehículos para la prestación de servicios medioambientales supone para la empresa andaluza, gran parte de su huella de carbono, por lo siguiente, es uno de los puntos a trabajar para la mejora sostenible. El cambio completo de la flota de vehículos se hará gradualmente, promoviéndose una conducción sostenible, con el objetivo de alcanzar en los próximos años el nivel “flota verde”. El siguiente paso es la incorporación de varios puntos de recarga dentro de las instalaciones de la empresa.
Una de las ventajas más importante de los coches eléctricos es la reducción de la contaminación atmosférica y acústica, con claras implicaciones sobre el medio ambiente y la salud humana. La sostenibilidad de los mismos depende su fuente para la recarga. El uso de la energía renovable como fuente de energía para estos vehículos es primordial, siendo clave, el proceso de descarbonización del sector energético. También es muy importante disminuir el impacto ambiental de las materias primas utilizadas para su producción, a la vez que asegurar la posterior reutilización y reciclaje de las baterías tras la finalización de su vida útil.