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La apuesta por un sistema energético modernizado, verde, sostenible y sin emisiones está en el eje de la reactivación industrial y de la recuperación económica tras la crisis provocada por el COVID19. Así lo ha subrayado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en varias reuniones de trabajo mantenidas este lunes 20 de julio, en Navarra para conocer la apuesta de esta Comunidad Autónoma por una recuperación verde.
“Los planes en los que trabaja el Gobierno de Navarra coinciden con la lectura que hacemos desde el Gobierno de España, y con el mensaje principal de la Comisión Europea para salir de esta crisis: un plan verde pensado en el futuro”, ha destacado Ribera tras reunirse con la presidenta navarra, María Chivite.
La vicepresidenta ha hecho hincapié en que en este proceso de recuperación “no solamente son relevantes los electrones verdes sino el conjunto de industria que hay detrás, el empleo, la cualificación profesional, el entorno urbano con ciudades mucho más sostenibles, con una movilidad diferente que integre de una manera distinta gracias al aprovechamiento de las soluciones digitales. Y esto, en gran medida, significa hablar de la industria navarra, pionera en innovación y apuesta por las renovables”.
Ribera ha destacado que Navarra posee “una economía equilibrada que ha sabido modernizarse a lo largo de los años y que viene trabajando no solamente en una apuesta energética limpia, sino también en un plan de recuperación equilibrado, mirando al futuro y alineado con aquello que entendemos que se corresponde con una visión inclusiva, moderna, innovadora, de la sociedad del siglo XXI: verde, digital, sostenible, pensando en las personas y anticipando esas líneas de innovación imprescindibles”.
CENER, referente mundial
Tras la reunión en la sede del Gobierno de Navarra, Ribera y Chivite han visitado el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), en Sarriguren, pionero en la investigación aplicada en energías renovables y en el desarrollo de soporte tecnológico a empresas e instituciones energéticas a nivel internacional. El CENER, que este año celebra su vigésimo aniversario, desarrolla su actividad en seis áreas de trabajo: eólica, solar térmica y solar fotovoltaica, biomasa, eficiencia y generación energética en edificios y urbanismo, e integración en red de la energía.
“El CENER ha sido un referente clave para el despegue de la energía eólica a nivel mundial y para la innovación en materia de transición energética. Su labor está a la altura de los esfuerzos que han hecho otros países como Dinamarca o Alemania en este terreno”, ha señalado la vicepresidenta.
En las instalaciones del CENER, Ribera ha conocido algunos de los proyectos y actividades que desarrollan sus investigadores en campos como la caracterización, tratamiento y transformación de la biomasa, la economía circular, el almacenamiento de energía, la descarbonización del transporte y de la industria, la valorización de biorresiduos, o la producción de bioplásticos biodegradables.
El PNIEC como palanca
Ribera ha indicado que el Gobierno de España está preparado para apostar por el tipo de proyectos que desarrolla el CENER. “Tenemos un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que prevé un incremento muy notable de la energía renovable en el tiempo por venir. En poco más de diez años debemos incrementar en 60 gigavatios –GW– nuestra capacidad instalada de energía renovable, y entre 22 y 24 de ellos serán de origen eólico, probablemente con soluciones on-shore y off-shore”, ha añadido.
“No se trata solamente de aerogeneradores, sino de distribución, de transporte, de almacenamiento, de hibridación, o de innovación. Debemos ensayar alternativas que a lo mejor todavía no están perfectamente bien definidas, pero que quieren encontrar un espacio propio en ese Real Decreto-Ley 23/2020, que aprobamos el pasado 23 de junio precisamente para impulsar una modernización del marco regulatorio que haga mucho más fácil aquello que, técnica y económicamente, tiene todo el sentido del mundo. Hoy la energía renovable es más barata que cualquier otra solución tecnológica para generar electricidad, sobre todo la eólica o la fotovoltaica”, ha explicado la vicepresidenta.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que en 2030 el 74% de la generación eléctrica sea renovable, lo que implica sumar 60 GW adicionales, cuya activación posee un gran potencial como palanca de la recuperación económica. Las medidas del PNIEC se han elaborado para potenciar el fortalecimiento y desarrollo de la cadena de valor de la energía en España.
Entre ellas, el pasado 23 de junio, el Gobierno aprobó el marco para promover, junto a otras cuestiones, un nuevo modelo de subastas renovables, que tendrán en cuenta aspectos como el tipo de tecnología o la transición justa; nuevas reglas de acceso y conexión que evitan la especulación y favorecen proyectos maduros; y la simplificación de los procedimientos administrativos.