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Unión por la Biomasa, ha presentado el Balance Socioeconómico de las Biomasas en España 2017-2021. Este estudio, elaborado por Afi, revela que el balance actual de las biomasas en España es positivo y alcanza los 1.323 millones de euros. Sin embargo, pone de manifiesto que con un rediseño de los incentivos para el sector se podrían generar 12.596 empleos adicionales (hasta un total de 45.541) y se podría alcanzar un balance positivo anual de 2.147 millones de euros en 2021.
El Balance Socioeconómico de las Biomasas en España 2016-2021 ha sido elaborado por Analistas Financieros Internacionales – AFI. Esta empresa de consultoría ha estado representada en la presentación por Pablo Hernández, consultor del área de Economía Aplicada y Territorial. Por parte de las 37 entidades integradas en Unión por la Biomasa han estado presentes Jordi Aguiló, presidente de APPA Biomasa, Pedro Barato, presidente de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), y Patricia Gómez, gerente de COSE (Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España).
El estudio presentado realiza un diagnóstico del actual uso que se realiza en España de la biomasa, tanto para generación eléctrica como térmica, y cuantifica el valor económico, social y medioambiental de este sector. A continuación, se diseña un escenario de evolución de la biomasa en nuestro país, basado en los objetivos del Plan de Acción de Energías Renovables (PANER 2011-2020), que implicaría incrementar 550 MW de biomasa eléctrica (biomasa sólida, biogás y fracción orgánica de los residuos municipales – FORM) y 800 ktep de biomasa térmica.
“Es necesario transmitir al Gobierno que apostar por la biomasa no le cuesta dinero al país. Al contrario, un incremento de 173 millones en el marco retributivo supondría que la biomasa aumentaría el balance positivo en 824 millones adicionales en el período 2016-2021, creando cerca de 12.600 empleos adicionales”, ha destacado Jordi Aguiló, presidente de APPA Biomasa. “La inversión en biomasa es una inversión muy rentable para España”, ha concluido Aguiló durante la presentación del estudio.
Situación actual de las biomasas
En España, la biomasa representa un porcentaje muy modesto en el mix de generación eléctrica. Del total de la producción nacional de energía eléctrica en 2016, la biomasa, el biogás y la FORM solo suponen un 2,1% del total. El crecimiento entre 2010 y 2017 ha sido prácticamente nulo.
En lo referente a la generación térmica, España consume significativamente menos biomasa que la media UE-28. De acuerdo con el informe EurObserv´ER de diciembre de 2017, España ocupa la posición 22 de la UE-28 en consumo de energía procedente de biomasa sólida per cápita (0,114 tep/hab). A pesar de la abundancia de recursos autóctonos, los combustibles fósiles son ampliamente utilizados tanto en edificaciones como en industrias, en detrimento de otras fuentes de generación sostenibles y autóctonas como la biomasa.
El análisis del valor económico, social y medioambiental de las biomasas concluye que esta forma de energía genera un balance positivo de 1.323 millones de euros, como diferencia entre la aportación a las arcas públicas y ahorros medioambientales (emisiones de CO2 y prevención de incendios) y la retribución específica percibida por la actividad.
Gran potencial biomásico en España
Este bajo uso de la biomasa contrasta con el gran potencial que tenemos. España es el tercer país europeo por recursos absolutos de biomasa forestal (sólo por detrás de Suecia y Finlandia) y el séptimo en términos per cápita. Cuenta con una superficie forestal de 27.664.674 hectáreas (57 % del total), y es el país de Europa con mayor incremento de bosques, con un ritmo de crecimiento anual del 2,2%, muy superior a la media de la UE (0,51 %).
“España es -sin duda- un país forestal, y nuestros montes demandan que se les gestione de manera sostenible consiguiendo valorizar el grandísimo stock acumulado de biomasa, contribuyendo de esta forma a evitar los enormes incendios forestales que cado año asolan nuestro país” ha declarado Patricia Gómez, gerente de COSE.
Por otra parte, España es el principal productor de aceite de oliva del mundo (1.401.600 t en la campaña 2015-2016, muy por delante de Italia con 474.000 t) y ha alcanzado el primer puesto en la producción de ganado porcino en Europa, generando más de 50 millones de toneladas anuales de purines. Sin embargo, se encuentra a la cola en el ranking europeo por aprovechamiento de los recursos forestales y agroganaderos en la generación de energía eléctrica, térmica, biogás/biometano y valorización de la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM).
“La Transición Energética debe ser para España una oportunidad para la creación de empleo. La biomasa ofrece un amplio abanico de oportunidades profesionales, especialmente en zonas rurales con riesgo de despoblamiento que suelen coincidir con aquellas zonas con gran cantidad de recursos biomásicos”, ha explicado Pedro Barato, presidente de ASAJA. “Con un pequeño impulso podemos crear cerca de 12.600 nuevos empleos en apenas tres años”, ha concluido Barato.
La valorización energética de la biomasa es una alternativa eficiente y sostenible a la urgente necesidad de reorientar el modelo productivo hacia un modelo circular basado en la bioeconomía. El tratamiento de todo tipo de residuos permite mitigar emisiones de gases contaminantes, evitar el deterioro de ecosistemas y reducir el riesgo de incendios. La biomasa anualmente contribuye al medioambiente en 334 millones de euros, como mínimo, por el CO2 evitado (por sustitución y vertido), así como en 150 millones de euros por el ahorro en prevención y extinción de incendios.