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En los próximos dos años, hasta 2020, en el sector fotovoltaico español se prevé un rápido crecimiento de las inversiones, que alcanzarán entre los 4.000 y 5.000 millones de euros, según los datos presentados por José Donoso, Director General de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) durante su comparecencia ante la Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital del Senado enfocada a explicar los retos presentes y futuros de la industria fotovoltaica.
Donoso ha destacado que, a partir de 2020, el escenario más probable es que las inversiones en el sector en nuestro país se establezcan en un nivel de entre 1.000 y 2.000 millones de euros anuales, lo que pone de manifiesto la capacidad de la tecnología fotovoltaica de crear oportunidades de negocio, además de dar respuesta al desafío del cambio climático. Además, a nivel internacional, el desarrollo de la fotovoltaica supone la definición de un mercado en constante crecimiento con un valor estimado de 100.000 millones de euros anuales, que puede alcanzar los 400.000 millones de euros anuales en 2030. Para consolidar esta tendencia positiva, es imprescindible que los países y las empresas sigan invirtiendo en I+D.
Actualmente el sector fotovoltaico está viviendo una fase de reactivación en nuestro país, buscando vías de desarrollo alternativas a la subasta, como son ir directamente a mercado o los contratos bilaterales de compra-venta de energía, conocidos como PPAs. Esta etapa positiva se ha concretado en la tramitación de numerosos proyectos fotovoltaicos en diferentes Comunidades Autónomas, entre las cuales destacan Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, Murcia y Castilla y León, que suman un total de 24 GW.
Las principales barreras que dificultan un desarrollo del sector en España son la inseguridad jurídica institucionalizada, con la amenaza del recorte a la rentabilidad razonable de los proyectos de renovables, la actualización de la regulación de las condiciones de acceso y conexión a la red, los retrasos en los pagos de las liquidaciones definitivas para los proyectos fotovoltaicos en territorios no peninsulares y la agilización de la planificación de las redes, tanto de Red Eléctrica de España, como de las compañías distribuidoras.
Finalmente, en lo referente al autoconsumo, Donoso ha recordado que las principales barreras son de tipo administrativo, debido a la compleja tramitación, y económico, con el peaje de respaldo – el llamado “impuesto al sol” pero, a pesar de estos obstáculos, ha destacado el esperanzador resultado del año 2017 con cerca de 130 MW realizados.