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El uso de dióxido de carbono y otros gases residuales como nueva fuente de materias primas está adquiriendo cada vez más relevancia a nivel europeo. Un nuevo consorcio formado por 14 socios de siete países y liderado por el fabricante de materiales Covestro, investigará el uso de gases de combustión del sector del acero para producir plásticos de una forma especialmente sostenible y eficiente.
De esta forma será posible ahorrar crudo, la materia prima utilizada en los métodos convencionales. El proyecto, denominado Carbon4PUR, abarca varios sectores y está financiado por la Unión Europea.
“Juntos estamos en buen camino para lograr una innovación crucial: la mezcla de gases residuales provenientes del sector del acero puede proporcionarnos carbono para procesos químicos. En última instancia, este carbono puede usarse para producir materiales de aislamiento y revestimiento”, explicó Markus Steilemann, miembro del Consejo de Dirección de Covestro y responsable de Innovación, Marketing y Ventas en la compañía. “Esto nos ayuda a ampliar nuestra base de recursos y a reducir el impacto climático en toda la cadena de valor. Al mismo tiempo, unimos nuestras fuerzas asociándonos con socios industriales y académicos en toda Europa”.
Cooperación internacional
El nuevo proyecto pone en marcha una cooperación sin precedentes que abarca desde las fuentes de gas residual a los fabricantes de plásticos. La Unión Europea apoya la iniciativa Carbon4PUR junto con SPIRE, una alianza europea público/privada para la innovación en recursos y eficiencia energética potenciada por procesos industriales. Se han proporcionado aproximadamente 8 millones de euros a lo largo de tres años. Asimismo, los socios industriales aportarán más inversiones para maximizar aún más esta colaboración.
De forma específica, el objetivo del proyecto es usar combinaciones de dióxido y monóxido de carbono generados durante la producción de acero para generar polioles – componentes clave de materiales aislantes y de revestimiento basados en poliuretano y que, tradicionalmente, se obtienen del petróleo.
Una huella de carbono mucho menor
Este proceso en fase de desarrollo es especial porque elimina los recursos necesarios para separar el gas residual en sus diferentes componentes. Por el contrario, la mezcla de gas utiliza un proceso químico catalítico para producir de forma directa componentes y elementos intermedios para la producción de poliuretanos. De esta forma, es posible reducir la huella de carbono entre un 20% y un 60%.
Ya existen las condiciones ideales para la puesta en marcha del proyecto piloto: en Fos-sur-Mer, al sur de Francia, hay una fábrica de acero de ArcelorMittal y una fábrica de producción de Covestro. En el consorcio para la recuperación de gas participan socios institucionales y académicos, como RWTH Aachen University, TU Berlin, Dechema, Imperial College London, las universidades de Gent y Leiden, el Commissariat à l’énergie atomique et aux énergies alternatives de Francia, South Pole Carbon Asset Management, Grand Port Maritime de Marseille y PNO Innovatieadvies. Desde su base en el sur de Francia, Covestro podría proporcionar sus productos intermedios innovadores a otros socios industriales, como a Recticel, un fabricante belga de espuma de poliuretano, y a Megara Resins, un suministrador griego para el sector de revestimientos.
El año pasado, Covestro comenzó a utilizar dióxido de carbono para producir un precursor para la espuma de poliuretano suave, un material diseñado para su uso en muebles tapizados y colchones. La compañía también está investigando el uso de materias primas basadas en CO2 en nuevas áreas de aplicación.