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La empresa riojana Barpimo y AIMPLAS trabajan en el desarrollo de nuevas resinas alquídicas y de poliéster a partir de residuos de envases de PET multicapa. Estos residuos, que hasta ahora acababan en el vertedero porque su tratamiento resultaba demasiado costoso, se transformarán en nuevos productos de alto valor añadido.
El PET es un material fácilmente reciclable y ampliamente utilizado en el envasado de alimentos y bebidas. Para mejorar la conservación de éstos y su aspecto, en muchas ocasiones se emplean colorantes y capas de otros materiales que complican su tratamiento para el reciclado. Para evitar que estos productos terminen su ciclo de vida en los vertederos, AIMPLAS coordina un proyecto en el que también participa la empresa riojana Barpimo y que permitirá convertir estos envases en productos de alto valor añadido como esmaltes, resinas o materiales para el sector de la construcción.
Se trata del proyecto RESIPET, cofinanciado por el Ministerio de Economía y Competitividad y los fondos FEDER dentro del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad. A través de los trabajos de investigación que llevan a cabo Barpimo y AIMPLAS se pretende desarrollar un nuevo proceso económicamente rentable que permita transformar estos residuos en resinas termoestables a nivel industrial a un precio competitivo y con un bajo impacto ambiental.
Concretamente, se espera obtener dos tipos de productos distintos. Por un lado resinas alquídicas, con las que fabricar esmaltes o recubrimientos para materiales como el metal o la madera. Y por otro, resinas de poliéster que se puedan emplear en sectores tan exigentes como el de la construcción o el del transporte en forma de tuberías, o de composites reforzados con fibra de vidrio.