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Aurelio Blasco ha sido nombrado Presidente de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (ASEGRE) en la última Asamblea General de esta organización. El nuevo Presidente sustituye a Santiago Ortiz, que ostentó la presidencia de la asociación durante 2014. También se ha aprobado el nombramiento de Xabier Caño, abogado y consultor ambiental, como Vicepresidente de la asociación. En la actualidad, Caño es el Vicepresidente Ejecutivo del Grupo Agaleus.
Por su parte, Blasco, nuevo presidente de ASEGRE, es Director General de la División de Residuos Industriales de FCC (FCC Ámbito) desde el año 2003. El nuevo presidente de la asociación, licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Barcelona, ha desarrollado su carrera profesional en actividades relacionadas con el tratamiento de residuos y aguas desde hace más de 30 años, de los cuales 26 los ha desempeñado en FCC. Blasco completó su formación en el IESE Business School con el Postgrado de Dirección General (PDG).
Ante su nueva posición, Blasco ha expuesto los planes que ASEGRE se marca para este año, todos ellos con el objetivo de mejorar la situación en la que se encuentra el sector de tratamiento de residuos especiales y de recuperación de suelos contaminados. En los últimos cinco años, el descenso de la actividad industrial, unido a la gestión incorrecta de los residuos por una falta de control de los poderes públicos, ha provocado una caída de la actividad próxima al 50% y la pérdida de la mitad de los empleos.
El principal cometido de la nueva presidencia es buscar la máxima colaboración con las Administraciones para que se logren unos criterios de inspección medioambiental de ámbito nacional. ASEGRE considera que este punto es esencial para controlar la trazabilidad de los residuos y esto solo se conseguirá si previamente se dedican recursos a control y seguimiento. Blasco también ha recalcado la necesidad de homogeneizar los tratamientos en todo el territorio nacional, primando siempre la claridad y el rigor. Para lograrlo, los gestores de residuos industriales creen que se debe alcanzar con urgencia una homogeneidad en la fiscalidad ambiental que fomente la valorización.