Artículos Técnicos

En España se comercializan al año alrededor de 300.000 toneladas de aceites industriales que se utilizan en equipamientos como maquinaria industrial, servicios de automoción o sistemas hidráulicos de transmisión, entre otras muchas aplicaciones. El consumo de este producto en todo tipo de vehículos y procesos productivos lleva aparejada la generación de aceites industriales usados, catalogados como residuos peligrosos dentro de la normativa actual europea y para cuyo control se han establecido políticas e instrumentos económicos que fomenten una gestión en la que se priorice la protección ambiental y la salud humana. SIGAUS, la entidad sin ánimo de lucro que se encarga de poner en marcha los mecanismos necesarios para financiar la gestión del aceite industrial usado generado en España, garantiza que el residuo sea recogido y tratado conforme a la ley medioambiental vigente, evitando así su impacto negativo en el entorno.

La industria del poliestireno expandido (EPS-airpop®) no es ajena a la problemática del calentamiento global en el planeta. Por este motivo trabaja de un modo continuado para hacer  que sus productos sean cada vez más sostenibles y conseguir reducir la emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida.

Con el nuevo Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022, recién aprobado el pasado mes de noviembre por el Consejo de Ministros a propuesta del MAGRAMA, es interesante poder centrarse en la gestión de los lodos de las estaciones depuradoras de las aguas residuales (EDAR). 

CENER (Centro Nacional de Energías Renovables) está liderando el desarrollo de dos proyectos de investigación aplicada para la mejora de la operación y mantenimiento (O&M) de plantas termosolares, basados en la tecnología de colectores cilindro-parabólicos (CCP).

La economía verde, la economía circular, la economía sostenible, son conceptos que empiezan a sonar con fuerza, y que hacen referencia a la eficiencia en la gestión de los recursos. No se trata de un nuevo concepto de moda que desaparecerá pasados unos años, se trata de una nueva manera de plantear la economía y por tanto el futuro crecimiento. 

El futuro, que está a la vuelta de la esquina, indica que, al ritmo del consumo actual, la humanidad habrá consumido en 2050 el equivalente a tres planetas. Simplemente no será posible seguir alimentando un modelo de economía como el que hemos conocido en los últimos 250 años, lo que nos sitúa en la tesitura de superar esta encrucijada a través de un modelo alternativo que tiene nombre propio: la economía circular.

La Comisión Europea ha aprobado un paquete de medidas para impulsar en Europa la transición hacia una economía circular. Frente al antiguo modelo de “producir, usar y tirar”, los valores de la economía circular se basan en una utilización más sostenible de los recursos, en la que prima “reducir, reutilizar, reparar y reciclar” para obtener el máximo valor económico y ambiental de las materias primas y los residuos.

Las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) dan respuesta a la demanda de información verificada sobre el desempeño ambiental. AENOR, a través de su Programa GlobalEPD, facilita a la industria una herramienta con la que dotar de mayor credibilidad y robustez a su comunicación ambiental.

Este artículo explica algunos conceptos que hay que tener presentes en la selección de apagallamas para una planta de biogás, como deflagración, detonación o la legislación en cuanto a atmósferas explosivas y combustión estable.

Este artículo de opinón nos habla de los desafíos en la escasez de recursos, del cambio climático y de la defensa del medio ambiente, principales asuntos de la Agenda Global. La solución pasa por la economía circular, que es una apuesta por los materiales sostenibles.