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Vivimos en un mundo hiperconectado donde los teléfonos móviles son casi una extensión de nuestras manos. Los rápidos avances en la innovación y la reducción de costos han ampliado considerablemente el acceso a estos, lo que ha generado numerosos beneficios. Pero, ¿qué ocurre con esos dispositivos cuando dejamos de usarlos? La respuesta nos enfrenta a un problema creciente: los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
En 2022, el número de usuarios de teléfonos en todo el mundo ascendió a 6.927 millones, según Statista (2023). Se prevé que esta cifra alcance los 8.099 millones para 2029. De acuerdo a las cifras del Comité Económico y Social Europeo más de 800 millones de teléfonos móviles permanecen olvidados en cajones, y solo el 15% de ellos se reciclan.
Sin embargo, implementar un modelo de economía circular podría transformar la forma en que gestionamos estos residuos, generando beneficios tanto para el medio ambiente como para nuestra sociedad.
Los teléfonos móviles, poseen un gran valor para una EC, dado que contienen una variedad de materiales, incluyendo materias primas críticos, esenciales para las tecnologías de la transición energética.
De acuerdo a una encuesta realizado en 2024 en la comunidad de Madrid el 67,5% de los usuarios almacena sus dispositivos antiguos en casa, preocupados por su privacidad o pensando que podrían usarlos más tarde. Esta cifra es significativamente más alta que la encontrada en la bibliografía, donde solo el 49% de los dispositivos se acumulan al final de su primer uso.
Según datos de Anovo, en España son desechados aproximadamente 20 millones de teléfonos móviles anualmente y la vida útil de los mimos es de 18 meses. Además, se estimó que hay 50 millones de teléfonos almacenados en los hogares de España, en base a la cifra de 800 millones de teléfonos móviles almacenados en hogares europeos,lo que da un total de 70 millones de teléfonos móviles potencialmente disponibles para recolección y reciclaje.
En un teléfono inteligente común se encuentran más de 70 elementos diferentes, incluyendo materias primas fundamentales. Aunque se emplean en pequeñas cantidades, su producción requiere grandes extensiones de tierra, el uso de químicos tóxicos y miles de litros de agua.
Ante la previsión de un aumento exponencial en la demanda de tierras raras en los próximos años, la Unión Europea adoptó en marzo de 2024 el nuevo Reglamento de Materias Primas Fundamentales. Este reglamento tiene como objetivo reforzar la circularidad, especialmente a través del reciclaje, y apoyar la investigación e innovación en el uso eficiente de los recursos y el desarrollo de sustitutos.
La transición ecológica de la UE implica una reducción en la dependencia de los combustibles fósiles y un avance hacia sistemas de energía limpia, lo que conlleva un incremento significativo en la demanda de metales comunes, materiales para baterías, tierras raras y otros recursos. Para satisfacer esta demanda, será necesario aumentar la producción de pilas y baterías, paneles solares, imanes permanentes y otras tecnologías limpias, asegurando un acceso amplio y sostenible a diversas materias primas.
Diversas evaluaciones económicas sobre los ingresos potenciales provenientes de la recuperación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) destacan a los móviles como los residuos más prometedores. En este contexto, la economía circular ofrece una solución para reducir este desperdicio, promoviendo la reutilización, reparación y reciclaje de estos dispositivos. Este modelo no solo disminuye la generación de residuos, sino que también genera empleo verde, mitiga los efectos del cambio climático y fortalece la resiliencia de la cadena de suministro de estas materias primas.
Existe muchos factores que interfieren con la circularidad de la cadena de valor de los teléfonos móviles siento los principales la logística de recolección y el comportamiento de los usuarios.
La logística de recolección desempeña un papel fundamental como facilitadora de la circularidad en este sector, es por ello, mejorarla es crucial para garantizar que los productos, componentes y materiales sean dirigidos hacia los procesos y tratamientos adecuados. Asimismo, los usuarios desempeñan un papel clave en la cadena de valor de los teléfonos móviles.
Los sistemas de recolección que priorizan la conveniencia para el usuario y ofrecen incentivos económicos han demostrado ser más efectivos en la gestión de pequeños Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Al facilitar la entrega de estos residuos y recompensar a los usuarios, se promueve una mayor participación en el reciclaje y una gestión más eficiente de los RAEE.
En la actualidad, la baja tasa de reciclaje de teléfonos móviles en la EU estimada entre el 12 % y el 15 %, presenta un desafío ambiental significativo y una oportunidad para implementar soluciones innovadoras. La acumulación de aproximadamente 800 millones de teléfonos móviles en desuso en los hogares de la Unión Europea subraya la urgencia de mejorar la gestión de estos dispositivos para promover una EC más eficiente y sostenible.
Por lo cual un sistema de recogida selectiva de teléfonos móviles podría ser la solución para cerrar el ciclo de vida de estos.
Este modelo está centrado en la conveniencia del usuario, la trazabilidad de los dispositivos y una plataforma digital que incentiva la entrega de dispositivos. Esta propuesta se centra en maximizar el retorno y la valorización de estos dispositivos.
Ofrecerá un servicio de recogida selectiva de teléfonos móviles usados, orientado a maximizar la conveniencia del usuario. Los usuarios podrán elegir entre varias opciones de devolución del dispositivo, como oficinas postales, servicios puerta a puerta y puntos de recogida estratégicamente ubicados en colaboración con servicios postales. Este sistema proporciona una solución conveniente y flexible, ajustándose a las necesidades y horarios de los usuarios.
La plataforma digital empleará tecnología blockchain para garantizar la transparencia y seguridad en la gestión de los teléfonos móviles recogidos. Los usuarios podrán registrar sus dispositivos con sus características, programar la recogida de sus dispositivos de manera con diferentes opciones de entrega, además de recibir incentivos a través de dicha plataforma por participar en el programa, como descuentos en nuevas compras, donaciones a causas sociales o compensaciones monetarias. Esto no solo motiva la participación, sino que también refuerza la percepción de valor en el reciclaje y reutilización.
La plataforma a su vez también tendrá bases de datos de puntos de entrega. Esto podría aumentar la accesibilidad y flexibilidad del sistema de recogida, mejorando así la experiencia del usuario y fomentando una mayor participación en el proceso de reciclaje de dispositivos electrónicos.
La plataforma generará un código QR único que permitirá su clasificación y envió a través de servicios postales, puntos de recogida o servicios puerta a puerta. Este código a su vez contendrá las características de cada uno, y si el usuario destinara su teléfono a donación, reacondicionamiento o reciclaje. Se establecerán alianzas estratégicas con servicios postales, SCRAP y empresas de reacondicionamiento de teléfonos móviles
La gestión de flujos de dispositivos se dividirá en dos categorías principales: reciclaje y reacondicionamiento. Los dispositivos destinados al reciclaje se entregarán a los SCRAP, mientras que los dispositivos aptos para reacondicionamiento se entregarán a empresas especializadas en reacondicionamiento y venta de segunda mano. Esto asegura que los dispositivos sean gestionados de manera sostenible y circular. Este modelo de negocio propuesto evitará que una cantidad significativa de dispositivos funcionales termine en operaciones de reciclaje de desechos, optimizando así el valor y la vida útil de los dispositivos. Además, garantizará la seguridad y privacidad de los datos de los usuarios mediante esquemas de certificación de seguridad de datos, abordando así una de las principales preocupaciones y barreras que tienen al respecto.
Plataformas de economía circular como Wallapop y Vinted han implementado modelos de entrega que priorizan la conveniencia del usuario, facilitando la compra y venta de artículos de segunda mano. Este enfoque no solo simplifica el proceso para los usuarios, sino que también ha demostrado ser económicamente viable, fomentando una mayor participación en la economía circular y promoviendo prácticas de consumo más sostenibles.
Estas iniciativas destacan por su capacidad para combinar la conveniencia del usuario con la viabilidad económica, promoviendo la reutilización de productos y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.
La implementación de este modelo generará beneficios significativos:
Impacto ambiental
Impacto económico
Impacto social
La implementación en el futuro de los pasaportes digitales, permitirá el registro de los teléfonos móviles mediante su pasaporte digital. Esta integración con esta plataforma no solo facilitará el cierre del ciclo de vida de los dispositivos, sino que también permitirá una valorización adecuada de los teléfonos móviles. Al vincular cada dispositivo con su pasaporte digital, podremos rastrear su historial, estado y características de manera más eficiente, lo que facilitará su reutilización, reciclaje y gestión responsable.
Los teléfonos móviles son una parte esencial de nuestra vida, pero también representan un reto ambiental urgente. La economía circular nos brinda una solución innovadora para convertir este problema en una oportunidad. Reutilizar, reciclar y adoptar modelos tecnológicos sostenibles no solo beneficia al planeta, sino también a la sociedad y la economía.
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