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2024 ha sido un ejercicio con muchas luces y algunas sombras en lo que concierne a la movilidad eléctrica, que ha seguido avanzando en diversos ámbitos, pero que en otros no progresa al ritmo que se había previsto. En este sentido, las matriculaciones de vehículos electrificados (eléctricos puros más híbridos enchufables) cerraron el pasado año con un declive del 3,9 %, llegando a las 133.699 unidades; la nota positiva es que las ventas de turismos 100% eléctricos acabaron en 2024 con un ascenso del 7,8 %, con un total de 58.675 unidades.
No obstante, estos números quedan lejos de la senda de los objetivos planteados en el PNIEC (5,5 millones de vehículos de este tipo para 2030), por lo que sería necesario matricular del orden de 700.000 modelos electrificados al año hasta esa fecha. La necesidad de articular una estructura de incentivos públicos más eficiente se hace cada día más urgente.
En el capítulo de logros, las infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos han registrado un notable desarrollo, con una red que supera los 37.000 puntos de recarga de acceso público (a fecha de 30 de septiembre de 2024). Se trata de un volumen que cubre de manera más que razonable las necesidades del parque actual de vehículos eléctricos matriculados en España, con un promedio de utilización por debajo del 6 % (que en muchos casos se queda en un pobre 2 %). Cabe destacar además que el ritmo de despliegue de estos equipamientos se sitúa en una media de más de 1.000 puntos instalados y operativos al mes, lo que indica que 2024 acabará con una red que podría superar los 40.000 puntos de carga.
Otro dato que lleva al optimismo es que los fabricantes de automoción están realizando un esfuerzo importante, llevando al mercado nuevos modelos de vehículos con mayores autonomías y prestaciones, y cada vez más competitivos en precio, poniendo al alcance de todo tipo de bolsillos este tipo de coches cero emisiones, incluyendo los modelos de las gamas más económicas. Con ello, la barrera del precio se diluye.
En el ámbito legislativo, destaca la puesta en marcha de una ficha de Certificado de Ahorro Energético (o CAE), una fórmula financiera que permite generar un montante económico para incentivar la compra de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de carga desde la iniciativa privada. En concreto, en otoño de 2024 se aprobó una ficha de medida estandarizada (TRA50) para la sustitución de un vehículo de combustión por un vehículo eléctrico puro.