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La planta de tratamiento de RSU de Algimia ha informado sobre los resultados positivos obtenidos tras la instalación de un robot con IA en una de su línea de rechazo, en junio de 2024. Esta planta pertenece al Consorcio C3/V1 de la Comunidad Valenciana y está gestionada por Reciclados Palancia Belcaire, empresa del grupo Urbaser.
El equipo de operaciones de la planta había observado una cantidad significativa de materiales reciclables aún presentes en la línea de rechazo, lo que justificaba la inversión en tecnología para recoger y separar estos materiales valiosos. El objetivo principal era aumentar la eficiencia del proceso de tratamiento, reduciendo costes de clasificación y maximizando el valor extraído, además de disminuir los residuos que acaban en vertederos, generando ahorros fiscales.
Como respuesta, Urbaser ha decidido invertir en un robot de clasificación con IA, el cual ha sido instalado de manera rápida y sencilla en la cinta de rechazo existente. El robot, denominado Recycleye QualiBot®, ha sido diseñado e implementado por la empresa británica Recycleye, que ya cuenta con 45 sistemas similares operando en centro de tratamiento de residuos de toda Europa.
Este robot de triaje inteligente clasifica y recoge de manera precisa los materiales reciclables que quedan en el rechazo, separándolos en cuatro categorías: botellas de PET, envases de PEAD, latas de aluminio, y papel y cartón. Para lograrlo, utiliza un sistema de visión artificial que escanea cada objeto en la cinta y lo identifica, basándose en características aprendidas a través de un algoritmo de aprendizaje automático entrenado con un conjunto de datos de 1.000 millones de imágenes. Una vez identificado el material, el brazo robótico lo recoge y lo deposita en el contenedor correspondiente.
Este innovador sistema ha abierto nuevas oportunidades para el equipo de Urbaser, mejorando la consistencia en las tareas de triaje a lo largo de todo el turno. Por ejemplo, el robot detecta botellas de PET que estén sin aplastar o llenas de líquido, que los ópticos tradicionales tienen dificultades para detectar y expulsar porque ruedan. También ha mostrado más eficacia en la separación de trozos pesados de papel y cartón, como revistas y libros, aumentando la recuperación para esta categoría. Además, puede detectar con precisión envases negros de PEAD sobre cintas transportadoras negras, invisibles para los NIR.