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El sector del biogás y el biometano se encuentra en un momento realmente decisivo en nuestro país. En los últimos años estamos viendo crecer el número de proyectos, algunos de los cuales ya están operativos o en ejecución, y las ventajas que pueden deparar en diferentes frentes desde la descarbonización de la industria a la mejora de la sostenibilidad de la actividad agropecuaria y los ahorros en la factura energética o en la adquisición de fertilizantes importados, por citar algunas.
Sabemos que el potencial del gas renovable en España es enorme y que aún estamos empezando a rascar la superficie de lo que podría lograrse. Para materializar este potencial, será necesario llevar a cabo más proyectos de biometano que integren tanto la producción de CH4 como la gestión y valorización del CO2 generado y la valorización del digerido como biofertilizante. Aspectos que son fundamentales para la viabilidad económica y la sostenibilidad ambiental de las plantas.
El potencial del biometano en España es enorme, y los recientes avances regulatorios e inversiones son pasos en la dirección correcta. Pero queda mucho por hacer. Necesitamos fomentar una estrategia que integre tanto la producción de CH4 como la gestión y valorización del CO2 generado
Por otra parte, sigue encima de la mesa el asunto de la percepción social de las plantas de biogás. A menudo, la falta de información y las preocupaciones sobre posibles impactos ambientales generan resistencia en las comunidades locales. Es vital mejorar la comunicación y la transparencia, mostrando cómo estas instalaciones pueden ser seguras y aportar beneficios significativos, tanto ambientales como económicos, a las áreas rurales.
¿Qué necesitamos por parte de las administraciones públicas para seguir avanzando? Pues como ya hemos señalado en otras ocasiones, es fundamental mejorar la infraestructura para la inyección de biometano en la red de gas natural, agilizar los procedimientos de conexión de las plantas y proporcionar más incentivos y ayudas financieras para los operadores, promotores y agricultores implicados en la cadena de valor del biometano. Es vital que las autoridades, promotores y operadores trabajen juntos para superar las barreras regulatorias y técnicas que aún existen.
Muy importante también es fomentar el uso del sistema de garantías de origen del biometano, que proporciona transparencia y confianza sobre la procedencia del gas y avala su contribución a la reducción de emisiones. Este sistema permite a empresas y consumidores tomar decisiones informadas y es una herramienta capital para cumplir con los objetivos de sostenibilidad a nivel nacional y europeo.
La publicación de la Resolución de la CNMC, que regula el procedimiento de conexión de plantas de biometano a la red de gas natural y que entró en vigor en mayo de 2024, busca estandarizar y agilizar el proceso de conexión y supone un paso fundamental para facilitar la integración del biometano en nuestra matriz energética. La regulación proporciona claridad y establece criterios para la conexión de nuevas plantas, algo que era muy necesario dado el auge de proyectos en tramitación.
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