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La demanda mundial de materias primas se está disparando y su consumo casi se duplicará de aquí a 2060. Este aumento es insostenible, especialmente en el sector de la construcción, que representa aproximadamente el 40% de la generación total de residuos de la UE al año y es responsable de aproximadamente el 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE.
A pesar del importante impacto medioambiental, el sector de la construcción aún no ha adoptado plenamente las prácticas de la economía circular. El sector de la construcción y la demolición en Europa se enfrenta a importantes retos medioambientales y normativos, lo que hace que los modelos de negocio circulares sean complejos y costosos. Los residuos de construcción y demolición (RCD), que comprenden materiales como hormigón, madera, metales, ladrillos, vidrio y plásticos, plantean importantes retos.
La separación ineficaz de residuos en las obras de construcción socava la recuperación y reutilización de materiales, y gran parte de estos residuos se reutilizan para rellenos -un proceso que sigue clasificándose como reciclado- o acaban en vertederos, lo que agrava la degradación medioambiental y el agotamiento de los recursos.
Europa ha hecho progresos significativos en su recuperación, pero para adoptar plenamente los principios de la economía circular hay que hacer más. El siguiente paso crucial es impulsar el mercado de materiales reciclados, una medida que podría mejorar drásticamente los incentivos al reciclaje y acelerar el cambio hacia la sostenibilidad.
Sin embargo, la competencia mundial con países en los que las materias primas de bajo coste se producen bajo normativas medioambientales menos estrictas, plantea un reto competitivo a los esfuerzos de circularidad de Europa. Para mantener su ventaja competitiva y asegurar su autonomía estratégica, Europa necesita avanzar en su propia economía circular en un mercado global volátil.
Los beneficios potenciales del uso de materiales reciclados procedentes de RCD son evidentes. Al reducir la necesidad de recursos primarios como arena, grava y otros áridos, el sector de la construcción puede disminuir significativamente su impacto medioambiental. El aumento del reciclado también reduce la presión sobre los vertederos y conserva una valiosa capacidad de relleno. Un sector del reciclado próspero no sólo es esencial para cumplir los objetivos de neutralidad climática de la UE, sino que también desempeña un papel crucial para garantizar la autonomía estratégica de la UE, fomentar la innovación, crear empleo e impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, para obtener estos beneficios, el uso de materiales reciclados debe ser más atractivo desde el punto de vista económico.
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