por ¡Álvaro Martín Pazos, Manager Executive - Administración Pública en ESRI España 8 de octubre, 2024
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A día de hoy, las cifras son claras. Según un estudio de la ONU, más del 80% de la población española reside en entornos urbanos. De hecho, la previsión es que, en apenas 10 años, en el 2035, el 28% de los españoles viva repartido entre Madrid y Barcelona, aumentando la cifra hasta el 33% si se cuenta con las siguientes ciudades más pobladas: Valencia, Zaragoza y Sevilla. 

Así pues, las administraciones públicas se enfrentan a un problema de gestión territorial evidente, ya no solo por el crecimiento exponencial de la población, sino por la necesidad de ser capaces de dotar a los ciudadanos de unos servicios eficientes y que avancen en pro de la sostenibilidad.

Con todo, según datos del INE, se espera que, en el 2033, en España, seamos más de 49 millones de habitantes, por lo que la urgencia de gestionar el territorio de una manera inteligente apremia. Por suerte, a medida que la población crece, también lo hace la tecnología y aquí es donde entran en juego soluciones como los Sistemas de Información Geográfica.

Decisiones precisas e informadas: los GIS como pilar de los territorios inteligentes

Las administraciones públicas, conscientes de los retos que se dibujan en su horizonte más inmediato, han encontrado en los Sistemas de Información Geográfica un aliado diferencial. Los GIS, por sus siglas en inglés, permiten enfocar los problemas desde un punto de vista holístico e integral, así, al aplicar una perspectiva de 360º facilitan que los responsables de la toma de decisiones tengan en su haber las respuestas para afrontar los desafíos o problemas que puedan surgir en el territorio.

De este modo, entendemos por territorio inteligente aquel espacio geográfico, como una ciudad, región o comunidad, que aprovecha el uso de tecnologías avanzadas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar el uso de los recursos y fomentar un desarrollo sostenible. No obstante, para que esto sea posible y comenzar a valerse de los Sistemas de Información Geográfica hay algo de vital importancia: los datos.

Todo cuanto ocurre en nuestro entorno sucede en un momento y en un lugar determinado. Los GIS permiten dotar esta información de un contexto geográfico y plasmarla de forma visual en tiempo real, pero, para poder extraer el máximo valor de este tipo de soluciones es necesario disponer de bases de datos actualizadas en las que la calidad del mismo sea óptima.

Gobierno del dato y uso de los gemelos digitales en la administración pública

En el contexto territorial, el gobierno del dato facilita la gestión eficiente de las infraestructuras, la optimización de servicios públicos y la monitorización en tiempo real del uso de recursos como el agua, la energía y el suelo. Todo esto se suma a las capacidades de la tecnología geoespacial, que aporta adaptabilidad, acceso y seguridad a la información, trazabilidad de la misma y, sobre todo, interoperabilidad. Los GIS posibilitan que los datos puedan ser compartidos entre diferentes sistemas y administraciones, permitiendo la colaboración entre distintos órganos de gobierno y entidades públicas.

De esta forma, los gemelos digitales se presentan como una de las soluciones más eficientes en lo que se refiere a la administración inteligente del territorio. Estas soluciones, representaciones virtuales de la realidad, en 2 o 3 dimensiones, abren un gran abanico de posibilidades a la hora de realizar ensayos, estudios o análisis sobre cómo afectaría determinada medida a escala real.

No son pocas las administraciones que ya se valen de este tipo de herramientas para sacar el máximo partido de la toma de decisiones y que estas repercutan de un modo positivo en la ciudadanía. El ayuntamiento de Vigo, el Gobierno de Castilla – La Mancha o la ciudad de Valencia son tan solo algunos ejemplos de territorios inteligentes que emplean la tecnología geoespacial para anteponerse a los retos que el horizonte dibuja a las administraciones.

Valencia, por ejemplo, se destaca como un referente internacional con más de 600.000 activos georreferenciados que mejoran la gestión del tráfico, calidad del aire, agua y energía, además de anticipar emergencias como inundaciones o incendios. La tecnología geoespacial permite a las administraciones tomar decisiones informadas y es clave en la transformación digital de las ciudades. Reconocida como Capital Verde Europea 2024, Valencia se posiciona como un laboratorio de innovación en el desarrollo de ciudades inteligentes, combinando transformación digital y verde mediante el uso de gemelos digitales.

Sobre este proyecto y muchos más se hablará el 16 y 17 de octubre en IFEMA, donde tendrá lugar la Conferencia Esri España 2024.

Para saber más sobre la Conferencia Esri España 2024, visita conferencia.esri.es.

 

 

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